25 años de vocación: El legado inspirador del sacerdote Miguel Gómez Rosales en el Beni

DEDICACIÓN Y SERVICIO. El consagrado es una persona que ha descubierto a Dios, el amor a la humanidad y busca cada día que esta descubra el amor liberador y el salvador del Padre.

25 años de vocación: El legado inspirador del sacerdote Miguel Gómez Rosales en el Beni

Trinidad/Ignacio Jare.- Los vemos en los templos de las iglesias administrando los sacramentos: bautismos, eucaristías, matrimonios, confesiones, unciones a los enfermos, enseñando en los templos, bendiciendo hogares, etc. Las familias cristianas se relacionan con ellos, estamos hablando de los sacerdotes.

¿Los conocemos realmente? ¿sabemos cómo pasan sus días, cuando no están ocupados ayudando a la gente o sirviendo a Dios en la iglesia? En este artículo relatamos algunas facetas del sacerdote, doctor en derecho canónico, master en educación superior, licenciado en Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales (abogado) y licenciado en Teología, Miguel Gómez Rosales.    

Este artículo está relacionado con el Jueves Santo, día en que la iglesia católica celebra la institución del sacramento de la eucaristía, del amor, del servicio a los demás y día del sacerdocio.

En este día todos los sacerdotes son invitados a concelebrar la eucaristía con sus obispos y a renovar las promesas y compromisos sacerdotales al servicio de Cristo y de la iglesia local.

“Ser sacerdote es vivir una vocación especial, un llamado divino. Porque implica escuchar y responder, igual que los discípulos de Jesús, al llamado del señor: “Vengan y síganme”. Y así como Pedro y los discípulos, hay que “dejar las redes y caminar” y caminar con Cristo.

Conlleva experimentar el amor de Dios en la vida. Haber descubierto la mirada penetrante de Dios, que conoce a la palabra en profundidad y la ama. Nadie sabe explicar esta vocación, solo se trata de una experiencia. Porque el saberse amado por Dios da la libertad de amar a los demás sin límites.

El consagrado es una persona que ha descubierto a Dios, el amor a la humanidad y busca cada día que esta descubra el amor liberador y el salvador del Padre.

Consultado sobre la vocación, manifestó que el sacerdote es un hombre que proviene de una familia, que ha escuchado la llamada del Señor para servirlo, sirviendo a su gente y su pueblo. No es nada sencillo, pero con la ayuda de Dios y la colaboración de la gente se sale adelante, indicó con su peculiar sonrisa.  
     

Reveló que en su vocación sacerdotal tuvo mucho que ver su familia y el ambiente donde se desenvolvió. “Vengo de padres religiosos, ellos junto a nosotros sus hijos participábamos de la eucaristía dominical, luego nos involucramos en la parroquia, en la catequesis, primera comunión, confirmación, grupo juvenil, en fin, un ambiente que fue el complemento para vocación sacerdotal”, expresó.

Contó que la relación con la gente, le permitió fortalecer el vínculo, revalorizar su identidad y su cultura, todos estos rasgos y simbolismos, tienen una forma de acercarse a Dios. Es importante rescatar los valores como la honestidad, responsabilidad, el respeto y la acogida, cualidades que nuestros ancestros siempre inculcaron y que la biblia los acentúa, mostrando que la responsabilidad, la justicia y el amor tienen su representación en Jesús.

Refirió que, gracias al apoyo de los catequistas, animadores, matrimonios, del Movimiento del Cursillo de Cristiandad y muchos otros fieles, en su tarea como pastor espiritual, se está logrando cumplir los objetivos trazados en la evangelización y también materializar obras sociales en virtud a la participación de la comunidad.

Gente humilde y sencilla y comprometida que quiere mucho a la iglesia, como lo conseguido en la parroquia “Sagrada Familia”, donde está terminando la acera y la barda, trabajo realizado únicamente con recursos de los feligreses.           

Sostuvo que toda persona, necesita de la gracia, el amor, el perdón de Dios y la renovación en la fe para salir adelante. Porque una ciudad o población donde sus autoridades, habitantes solamente confían en los recursos materiales, en la economía, en la ciencia, en la tecnología, en la sabiduría humana, les falta algo importante, falta Dios.

“Dios es el que renueva constantemente la vida humana, quitando el odio de los corazones, poniendo paz, alegría, esperanza y amor”.

Profirió que cuando fungía como párroco en la parroquia “Nuestra Señora del Rosario de Pompeya”, el obispo Julio María Elías le propuso estudiar derecho canónico, analizó la idea y aceptó. Estudio 5 años en la Universidad de Navarra, que se encuentra en Pamplona España y obtuvo el doctorado en Derecho Canónico.

Su tesis tuvo que ver con la relación de la Iglesia y el Estado, justo cuando en Bolivia se elaboraba la nueva Constitución Política del Estado, comparó si la legislación eclesiástica boliviana, era contradictoria o congruente con la nueva Constitución.

Profundizando en el estudio, sostuvo que no hay mentado cambio de un Estado confesional a un Estado laico. Y la frase “El Estado es Independiente de la religión”, se ha utilizado para vulnerar la libertad religiosa, suprimiendo las clases de religión en los colegios y a consecuencia de ello, se cerró la normal católica, instancia de educación superior que formaba a profesores de religión.

También se ha utilizado para sustraer la biblia y el crucifijo de los estrados judiciales y a las instituciones de beneficencia que administra la iglesia, en bien de los mas necesitados como ser: asilos de ancianos, comedores populares, internados y otras obras que deberían ser responsabilidad del Estado en sus tres niveles: Central, Departamental y Municipal. 

 

650 vistas