Abandono en la Villa Olímpica de San Ramón tras tres años sin mantenimiento
La Villa Olímpica de San Ramón, provincia Mamoré, atraviesa un estado de abandono desde hace tres años. Este complejo, que cuenta con una piscina, estadio, cancha de frontón y otras instalaciones, se encuentra invadido por la maleza y en evidente deterioro, reflejando la falta de mantenimiento y atención por parte de las autoridades.

Jorge Martínez Cuéllar Leigue, presidente de la Asociación de Ganaderos de San Ramón, lamentó el abandono de la Villa Olímpica, señalando que, con algo de esfuerzo e interés, el espacio podría recuperarse, pero lo están dejando deteriorarse.
“Sabemos que los recursos están disminuidos en todos los municipios, y el bolsillo de los bolivianos está afectado por la crisis que atravesamos, pero esto es cuestión de voluntad. Personalmente, les digo a la Alcaldía y a los concejales: hay que tomar cartas en el asunto, reparar y hacer funcionar lo que aún puede ser útil”, explicó Martínez.
El dirigente propuso medidas concretas para reactivar el complejo, como la designación de un cuidador y la instalación de una reja para cobrar una entrada simbólica de Bs 10 por el uso de la piscina, que tiene capacidad para recibir hasta 500 personas. Ese aporte no hará ni más ricos ni más pobres a los vecinos, pero permitiría mantener el lugar en funcionamiento.
“Es un lugar de esparcimiento donde todos venían. Vemos con tristeza cómo se está consumiendo por el monte; los árboles ya crecieron sobre las graderías. Esto es un poco de dejadez. A veces pensamos que los pueblos son solo la plaza y no vemos los alrededores. Esto es un mea culpa de todos. Como pueblo también tenemos la culpa, porque no reclamamos en su debido momento, y ahora es momento de hacerlo, porque nunca es tarde”, concluyó el dirigente ganadero.
“En un municipio, tener estas cosas es un logro importante, pero abandonarlas de esta manera quiere decir que la plata no vale. En San Ramón necesitamos estos espacios porque tenemos hijos que van a pozas a nadar. Teniendo una piscina, ¿por qué no venir aquí en familia? No que uno tenga que ir a cuidarlos a una poza, cuidando que no los pique una víbora”, comentó un vecino de la población.