Esa decisión se tomó ante la resistencia de los frialeros que no respetan el estudio técnico y responsable hecho por la comuna, para vender al consumidor final a ese precio, lo que afecta a la economía local.

Días atrás el kilo de carne de primera era de 38 bolivianos, el de segunda 35, mientras que el kilo gancho era 17 bolivianos. Se conoció que por res los comercializadores obtenían una ganancia de 1.200 bolivianos, lo que movió la intervención de la comuna.

"Siempre va haber disconformidad, pero en esta época la que nos necesita es la población, entonces tenemos que ver el precio de tal manera que todos ganemos y no se paralice el pueblo", dijo.

Afirmó que la comuna está para velar por la economía y bienestar de la gente, razón por la que se decidió vender ese producto esencial en la dieta alimenticia.

La autoridad municipal, garantizó el abastecimiento de ese producto a un precio razonable, sin importar que los frialeros no estén de acuerdo con el precio que estableció un estudio técnico en la capital de la provincia Ballivián, una de las principales productoras de ganado vacuno en el país.