Las filas comenzaron a registrarse desde el domingo, 29 de septiembre, generando malestar en la población y sobre todo en los transportistas de carga pesada y pasajeros que tienen que hacer filas hasta por 24 horas para conseguir combustible.

En entrevista, con Bolivia TV, Jiménez dijo que, a pesar de las dificultades climáticas que afectaron el abastecimiento desde julio, la situación ha mejorado significativamente gracias a una serie de acciones estratégicas.

Recordó que los problemas causados por las marejadas en Arica y la reducción del caudal en la hidrovía Paraná-Paraguay a partir del 22 de julio, lo que impactó el suministro de combustible.

Sin embargo, destacó que, desde principios de agosto se implementaron medidas que permitieron la entrada diaria de más de 100 cisternas de combustible desde Arica, lo que mejoró considerablemente el abastecimiento.

En agosto, el Estado boliviano despachó un adicional de 10 millones de litros de diésel y, en septiembre, se cumplió con la programación regular de suministro, ampliando incluso el horario de operaciones en las plantas durante los fines de semana para evitar desabastecimientos.

Según Jiménez, en las primeras semanas de octubre ya se habían recibido más de 46 millones de litros de diésel y 35 millones de litros de crudo, lo que asegura la producción de diversos combustibles en las refinerías.

“Esto es importante porque además garantiza la continuidad de que ingrese carburantes no solamente por esta área que es Arica al territorio nacional. Tenemos diferentes puntos de importación, además que tenemos en tránsito, en territorio, en exterior y dentro del Estado Nacional más de 14 millones de litros de diésel y más de 15 millones de litros de gasolina. Esto garantiza que nuestro abastecimiento esté continuo”, señaló.

Para reforzar la seguridad del suministro, el Gobierno lanzó el "Plan Soberanía", que incluye el despliegue de efectivos militares para escoltar cisternas desde las plantas de almacenaje hasta las estaciones de servicio.

“Esto quiere decir que no solamente ya nos están acompañando las estaciones de servicio nuestros militares, sino están escoltando desde todas las plantas de almacenaje a todas las cisternas que van a las estaciones de servicio”, explicó.

Estos operativos buscan también prevenir el contrabando de combustibles, problema que ha sido detectado y combatido con incautaciones de vehículos involucrados en actividades ilegales.

Jiménez aseguró que el abastecimiento de combustible está garantizado. Aunque en algunas zonas se han observado filas, aclaró que estas situaciones suelen ser temporales y que se están tomando medidas para aumentar la cantidad de combustible disponible en las estaciones con mayor demanda.

El promedio de almacenamiento de combustible en Bolivia es de cuatro a cinco días, lo que, según Jiménez, no significa que haya riesgo de desabastecimiento, ya que el reabastecimiento es continuo gracias a la recepción de combustibles desde distintos puntos de importación.