En respuesta al cierre fronterizo y al paro cívico llevado a cabo en Guayaramerín en rechazo a las restricciones en la venta de combustible mediante la implementación del B-SISA, una comisión de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) proveniente de La Paz, sostuvo una reunión con el municipio, el Comité Cívico, la Fejuve, transportistas y diferentes sindicatos.

Los transportistas interprovinciales expresaron su preocupación, argumentando que la asignación de solo 50 litros de combustible por persona no les permite completar sus rutas diarias hacia Trinidad. Por otro lado, representantes del sindicato de transporte fluvial fronterizo señalaron que los cinco mil litros mensuales que reciben no son suficientes para abastecer a los 34 barcos que operan en la zona.

Una dirigente sindical mencionó la dificultad que enfrentan los trabajadores de la tercera edad para adquirir combustible, ya que se ven obligados a recurrir al contrabando con sobreprecio debido a las restricciones impuestas.

El presidente del Comité Cívico de Guayaramerín, Joaquín Velarde, expresó su desconcierto ante la falta de socialización del decreto que establece las nuevas medidas, destacando que estas están perjudicando a todos los puntos fronterizos.

En la reunión, el personal de la ANH explicó que las restricciones no pretenden privar a los sectores, sino clasificarlos para otorgar un mayor cupo de combustible y fortalecer el control para combatir el contrabando. Se comprometieron a socializar las medidas y buscar mecanismos para que los sectores puedan registrarse y acceder a una mayor cantidad de combustible.