El Fiscal Departamental del Beni, Gerardo Balderas, informó que se ordenó y ejecutó la aprehensión del jefe policial y tras haber recolectado los elementos de prueba.

“Como Ministerio Público, una vez se conoció el hecho a través de la denuncia presentada por la víctima Carlos CR se inició la investigación de oficio y se recolectaron diferentes elementos como, la declaración de testigos, el registro del lugar de los hechos, muestrario fotográfico donde se demuestra la existencia del dinero y también del vehículo, entre otros indicios que serán valorados durante el proceso”, dijo el fiscal en una conferencia de prensa.

Por su parte, el fiscal en Delitos de Corrupción, Xiomar Ulloa, detalló que el hecho sucedió el 6 de febrero de 2025, durante la ejecución de un mandamiento de allanamiento a un domicilio en el Barrio los Tajibos de Riberalta, por robo de una motosierra.

En ese hecho se denunció que los policías incurrieron en irregularidades al secuestrar Bs 50.000 bolivianos sin cuantificarlos; además, un vehículo y otros objetos incautados no fueron registrados en las actas correspondientes. Estos policías también procedieron deliberadamente a cortar el circuito de cámaras de seguridad para no ser grabados.

Según Ulloa los policías que participaron en el allanamiento, bajo la dirección y supervisión del director de la FELCC actuaron de manera concertada y coordinada para obtener ventajas ilícitas, como la sustracción de dinero y la omisión de bienes secuestrados en las actas.

Esta conducta evidencia un consorcio ilícito entre funcionarios públicos encargados de administrar justicia, específicamente entre el director y los policías bajo su mando, con el fin de beneficiarse económicamente y encubrir sus acciones ilícitas.