"En las últimas dos semanas, hemos registrado un promedio de siete casos por cada diez personas que acuden a nuestro centro", precisó.

El director atribuyó este aumento a la exposición prolongada a elementos tóxicos presentes en el aire debido a las quemas.

"Hemos estado expuestos a estas toxinas durante 120 días, lo que ha generado una intoxicación que el cuerpo elimina a través de la piel", explicó.

Ortiz señaló que la picazón se debe a la alta concentración de sustancias nocivas en el cuerpo y puede aliviarse con un tratamiento simple que debe ser indicado por un médico. Sin embargo, como medida provisional, recomendó el consumo de leche entera y el uso de jabón común para lavar la piel.

"Lamentamos que la mitad de los afectados sean niños menores de 12 años, lo que evidencia el impacto de las quemas en la salud de los más pequeños", expresó Ortiz.

El director explicó que la urticaria es una reacción alérgica que provoca ronchas con picazón de diversos tamaños, y que en este caso se debe a la inhalación de toxinas provenientes de las quemas. El angioedema, por su parte, causa hinchazón en capas profundas de la piel, afectando comúnmente la cara, los labios, los brazos y las piernas.

"Aunque la mayoría de los casos son leves y desaparecen en un día, es importante consultar a un médico si los síntomas persisten más de seis semanas, ya que podría tratarse de un caso crónico", advirtió Ortiz.

El tratamiento habitual para la urticaria y el angioedema incluye el uso de antihistamínicos. Sin embargo, Ortiz enfatizó que es fundamental buscar atención médica inmediata en caso de hinchazón en la lengua o la garganta, ya que podría obstruir las vías respiratorias y poner en riesgo la vida.