El monitoreo constante en la estación de bombeo central fue clave para regular el flujo de agua acumulada, según el reporte de la UGR.

“Estamos trabajando sin descanso para aliviar la situación de los vecinos. Las bombas móviles instaladas están ayudando a evacuar el agua de forma más rápida en las zonas con mayor acumulación”, comentó un funcionario de la Unidad de Gestión de Riesgos, quien reiteró el compromiso del equipo para mitigar los efectos de las lluvias en la población.

Vecinos de los barrios afectados compartieron sus testimonios sobre el impacto de las lluvias. Ana Lucía Ramírez, residente del barrio 13 de Abril, expresó su preocupación:

“La lluvia nos ha sorprendido porque se puso fuerte, el agua subió rápido y hemos tenido que mover nuestras pertenencias. Agradecemos el apoyo de la Unidad de Gestión de Riesgos, pero esperamos que la situación mejore pronto”, sostuvo.

Por su parte, Roberto Méndez, vecino del barrio Pantanal, comentó: “Es muy difícil lidiar con estas inundaciones. Cada vez que llueve fuerte, tememos que nuestras casas se inunden. Ver que están trabajando desde temprano nos da algo de tranquilidad, aunque aún necesitamos más apoyo”, completó Méndez.

En el canal de la Laguna Suárez, las bombas móviles están operando al máximo para reducir el nivel de agua y evitar que se extienda a más viviendas. Personal de la UGR continúa evaluando las áreas más vulnerables para reforzar las medidas de contención, mientras se prevén lluvias adicionales en los próximos días.

En el área de educación, algunos establecimientos educativos se vieron afectados por lo que suspendieron las clases en aula para resguardar a los estudiantes y permitir que retornen a sus hogares una vez, calme la intensidad de la lluvia.