Con tristeza, pero también con profundo agradecimiento, Guardia Vaca se retira dejando una huella imborrable en el deporte local. Durante décadas, fue un árbitro comprometido, que nunca le dijo no al fútbol, incluso en circunstancias adversas, cumpliendo siempre con responsabilidad y vocación su labor dentro del campo de juego.

Con la finalización de los diferentes campeonatos, su hija quiso rendirle un emotivo homenaje, destacando el valor de la profesión elegida y las enseñanzas transmitidas a lo largo de los años.

“Gracias por todo. Fue un honor trabajar a tu lado, papá. Gracias por cada enseñanza, cada consejo y, sobre todo, por darme la valentía de seguir tus pasos”, expresó Sonia Madely Guardia Ranqui, visiblemente emocionada.

Hoy, Benigno Guardia Vaca cierra una etapa con la satisfacción del deber cumplido. Misión cumplida, Benigno. Le deseamos el mayor de los éxitos en esta nueva etapa de su vida, llena de nuevas metas y desafíos.