Bloqueos, comercio informal y costo de electricidad, los problemas que ponen en riesgo a los emprendimientos privados en Trinidad

Pollos Chuy cerró sus puertas este 2024, la franquicia cruceña llegó hace 6 años a Trinidad, de la mano de un beniano, Eduardo Claros Mostajo, con quien pudimos conversar y conocer un poco, las razones que hicieron que cierre la sucursal en la capital beniana.

Bloqueos, comercio informal y costo de electricidad, los problemas que ponen en riesgo a los emprendimientos privados en Trinidad

“Mi decisión (de abrir Pollos Chuy) se basó en dos razones principales. Primero, soy beniano y tengo un cariño especial por Trinidad; siempre disfruto visitar a mis amigos y familiares allí. En segundo lugar, soy un gran admirador de Pollos Chuy y me entusiasmaba la idea de llevar una franquicia que ofrece productos de alta calidad a esta ciudad”, mencionó Claros Mostajos.

El empresario, fue concreto al hablar de las dificultades que durante los 6 años que funcionó la franquicia, afectaron su funcionamiento.

“En nuestro caso, enfrentamos varias dificultades importantes: Comercio informal, hay muchos restaurantes que operan sin emitir facturas, lo cual afecta la competencia. Electricidad costosa y de baja calidad, tuvimos constantes problemas con la energía eléctrica, lo que generaba daños en los equipos y elevados costos de mantenimiento. Costo de insumos, los principales insumos, como pollo, papa y verduras, vienen de otras regiones. Esto aumenta el costo del producto, y no es posible trasladar esos costos al consumidor en comparación con otras regiones”, declaró el empresario.

Eduardo además mencionó un elemento más que dificultó y afectó a su negocio en la ciudad de Trinidad

“Bloqueos de carretera, los bloqueos frecuentes encarecen y limitan la disponibilidad de insumos, afectando la operación regular del negocio”, declaró.

Al concluir la conversación, Claros indicó que ya desde principios de este año, experimentaron una notable caída en las ventas, y esto sumado a los factores que mencionó, lo llevaron a tomar la decisión de cerrar la sucursal.

Pero, al final, se mostró optimista con la idea de volver a abrir un negocio en la ciudad.

“Definitivamente sí. Creo que Trinidad tiene un gran potencial; sin embargo, los servicios básicos aún son insuficientes y dificultan la operación diaria. Especialmente la electricidad, si contáramos con un suministro de calidad y a un costo competitivo, podríamos producir localmente, como criar pollos en granjas de la zona, lo cual haría el negocio más rentable. Sin embargo, con las condiciones actuales, no es viable establecer una cadena de producción completa”, concluyó.

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