En el municipio de San Borja, transportistas libres protagonizaron este lunes un bloqueo temporal en el sector del puente sobre el río Maniqui, en protesta por el incremento de los costos de operación.

La medida se extendió hasta el mediodía y fue suspendida tras un diálogo entre dirigentes del sector y el ejecutivo nacional del transporte libre.

El dirigente Julio César Chappy explicó que la protesta respondió al alza de los precios de los hidrocarburos, el encarecimiento de repuestos y el aumento de costos operativos, como el cruce del río Mamoré.

Tras la conversación sostenida, se decidió dar un cuarto intermedio, a la espera de soluciones concretas para el sector.

En San Julián, las organizaciones sociales aclararon que el bloqueo no fue levantado de manera definitiva, sino que se declaró un cuarto intermedio de 72 horas, luego de la firma de un preacuerdo con el Gobierno nacional.

La determinación fue asumida tras una reunión en el Consejo Municipal, con la participación del viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Ustiniano, y representantes de los sectores movilizados.

El presidente del comité de huelga, Pastor Vargas, informó que durante este periodo se instalarán mesas técnicas de trabajo, que comenzarán a sesionar desde el viernes 26 de diciembre, advirtiendo que, de no cumplirse los compromisos asumidos, las medidas de presión serán retomadas.

“Este cuarto intermedio busca dar espacio al diálogo, pero si no hay cumplimiento, las movilizaciones se reactivarán”, afirmó Pastor Vargas, presidente del comité de huelga de San Julián.

En la ciudad de La Paz, vecinos y comerciantes, cansados de los perjuicios ocasionados por las movilizaciones de la Central Obrera Boliviana (COB), se organizaron para levantar los bloqueos por cuenta propia, logrando restablecer la circulación vehicular en el centro paceño, entre consignas de rechazo a las protestas.

Asimismo, en Riberalta, se declaró un cuarto intermedio en el punto de bloqueo de la carretera Riberalta–Guayaramerín, permitiendo una pausa en la medida de presión y facilitando el tránsito en una ruta clave para la región.

En medio del clima de tensión social, estas determinaciones permiten que familias, viajeros y transportistas puedan movilizarse en vísperas de la Nochebuena, mientras los sectores movilizados mantienen sus demandas y apuestan, al menos de manera temporal, por el diálogo.