Bruno Vargas Vargas, un pequeño crack que juega con el corazón

Dicen los viejos amantes del fútbol, que el talento no se hace, con el talento se nace, la gente mayor, amante del deporte “rey”, solía decir que a los buenos y talentosos, no se los formaba, se los descubría. Todos conocemos la historia de Maradona, Messi, Marco Antonio Echeverry, citando algunos de los tantos jugadores extraordinarios, cuyo talento se vio desde muy pequeños.

Bruno Vargas Vargas, un pequeño  crack que juega con el corazón

Mencionamos los nombres de esos grandes jugadores de futbol, porque además del talento, ellos también tenían otro elemento en común, usaron la camiseta 10, y en la jerga del fútbol, la 10 está reservada para el especial, para el talentoso, para el distinto, en pocas, para el “crack”.

Mencionamos todo esto a manera de introducción, porque el pequeño Bruno Vargas Vargas, de tan solo 9 años, es con todo lo anterior, sin dudas un “crack”, talentoso, distinto, habilosos, lleva la 10 en su camiseta, goleador.

Bruno tiene dos hermanos, Miguel y Valentina, sus padres Gabriel Eduardo Vargas Menacho, y Natalia Isabel Vargas Villavicencio, viven por motivos laborales en otra ciudad.

Es de pocas palabras, capaz se expresa mejor con la pelota que con las palabras, lleva jugando desde los 6 años, y en estos tres años de carrera, ha cosechado más trofeos y medallas, que varios futbolistas actuales que militan en equipos nacionales.

Bruno es jugador de la academia de fútbol Gran Moxos, es hincha del Real Madrid, considera que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador de la historia, es hincha de Blooming, dijo ser seguidor del Manchester City, luego reconoció su equivocación y aseguró que el mejor equipo de Inglaterra es el Manchester United. Esto último, aunque fue una broma durante la entrevista que le hicimos, refleja una gran madurez, un niño que, a pesar de ser de pocas palabras, bromea, responde con una madurez que muchos adultos envidiarían.

Y por si fuera poco, es buen estudiante, gusta de matemáticas, un elemento no menor que muestra un carácter decido, metódico, disciplinado. Tiene la suerte, además, de estudiar y crecer en una unidad educativa que sabe valorar su talento, apoyar sus virtudes, que está construyendo un nuevo paradigma de educación, el Christa Mc Auliffe.

Al momento de la entrevista, pudimos hablar también con la abuela de Bruno, Silvia Ines Villavicencio Hurtado, quien, junto a su esposo, Alberto Limpias Dorado, viven y cuidan al pequeño crack beniano.

Al momento de hablar del pequeño, los ojos de Silvia se llenan de lágrimas, lágrimas cargadas de orgullo, de amor, de ese sentimiento tan puro, tan profundo, que solo los que tuvimos una relación estrecha con un abuelo o abuela, entendemos y reconocemos.

Es más, y es importante remarcarlo, hay otro elemento que hace que un crack, sea un crack, y es el amor, el amor que siente hacia sus seres más cercanos, Bruno sin duda ama a su abuela, con la misma intensidad que ella lo hace con él, en cada gol, la busca, la apunta, se lo dedica, ella los acepta con un orgullo que desborda en lágrimas y lo filma, para que también sus padres que no pueden ver los encuentros, vean a su pequeño convertirse en una estrella.

Cada abrazo, cada forma de mirarla, un crack, es crack, no solo por su talento, su habilidad, sino por su capacidad de amar a sus seres más queridos, solo el que ama, puede triunfar en la vida.

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