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Causas estructurales del desabastecimiento de combustibles en Bolivia

Por Alan Díaz de Oropeza Callaú Fundador del Partido Socialista 1 (PS-1) en el Beni comisionado por Marcelo Quiroga Santa Cruz y Walter Vásquez Michel en 1978.

Causas estructurales del desabastecimiento de combustibles en Bolivia

La escasez de combustibles en Bolivia es el resultado de una combinación de factores estructurales y coyunturales que se han acumulado a lo largo del tiempo, entre las que se destacan.

Caída en la producción de hidrocarburos: Bolivia ha experimentado una disminución significativa en la producción de gas y petróleo debido a la falta de inversión en exploración y desarrollo de nuevos yacimientos.

Esta situación ha llevado a una reducción en la oferta de combustibles para el mercado interno.

Dependencia de las importaciones: Ante la disminución de la producción local, el país ha incrementado su dependencia de las importaciones de combustibles. Sin embargo, la escasez de divisas, especialmente dólares estadounidenses, ha dificultado la adquisición de estos recursos en el mercado internacional.

Política de subsidios insostenible: El gobierno boliviano ha mantenido una política de subsidios a los combustibles para mantener precios bajos en el mercado interno. Esta política ha generado una carga fiscal significativa y ha incentivado el contrabando hacia países vecinos, agravando la escasez.

A pesar de las alertas previas sobre estos problemas, la falta de medidas estructurales y la continuidad de políticas económicas insostenibles han impedido una solución efectiva a la crisis que atraviesa el país.

Impacto de la escasez de combustibles en sectores clave La escasez de combustibles ha tenido efectos negativos en varios sectores claves de la economía boliviana.

Transporte: La falta de diésel y gasolina ha provocado largas filas en las estaciones de servicio en distintas ciudades y ha limitado la capacidad de transporte de mercancías y personas. Esto ha afectado tanto al transporte urbano como al interdepartamental, generando retrasos y aumentos en los costos de operación.

Producción agrícola: Los productores agrícolas, especialmente en regiones como Santa Cruz y Cochabamba, han enfrentado dificultades para operar maquinaria agrícola y transportar sus productos al mercado debido a la escasez de combustibles. Esto ha resultado en una reducción de la producción y en pérdidas económicas significativas.

Abastecimiento de alimentos: La interrupción en la cadena de suministro ha llevado a una disminución en la disponibilidad de alimentos en los mercados y a un aumento en los precios de productos básicos, exacerbando la inseguridad alimentaria en el país.

 

¿Crisis generalizada o síntoma de un modelo en colapso?

El desabastecimiento de combustibles es un síntoma de una crisis económica más amplia que afecta a Bolivia:

Inflación y devaluación: El país ha experimentado un aumento en la inflación, situándose entre los países sudamericanos con mayor inflación. La devaluación del boliviano ha encarecido los productos importados y ha afectado el poder adquisitivo de la población.

 

Déficit fiscal y endeudamiento: La política de subsidios y el aumento del gasto público han generado un déficit fiscal creciente y un aumento en el endeudamiento externo, lo que limita la capacidad del gobierno para responder a la crisis.

Modelo económico insostenible: La dependencia de las exportaciones de gas natural y la falta de diversificación económica han dejado al país vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional. La falta de reformas estructurales ha impedido una adaptación a las nuevas realidades económicas.

 

Medidas urgentes que debería tomar el Gobierno Nacional

Para evitar una paralización total y abordar la crisis de manera efectiva, el gobierno boliviano podría considerar las siguientes medidas:

Diversificación económica: Fomentar la inversión en sectores alternativos al gas y petróleo, como la agricultura, el turismo y la industria manufacturera, para reducir la dependencia de los hidrocarburos.

Reforma de subsidios: Revisar la política de subsidios a los combustibles para hacerla más sostenible, enfocándola en los sectores más vulnerables y eliminando incentivos al contrabando.

 

Inversión en energías alternativas: Promover el desarrollo de energías renovables y biocombustibles para diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de las importaciones.

Fortalecimiento de las reservas internacionales: Implementar políticas para aumentar las exportaciones y atraer inversión extranjera, con el objetivo de fortalecer las reservas de divisas y garantizar la capacidad de importación de bienes esenciales.

Diálogo y consenso nacional: Establecer mesas de diálogo con los diferentes sectores de la sociedad para construir consensos sobre las reformas necesarias y garantizar la estabilidad social y política.

Estas medidas requieren voluntad política y un enfoque integral para abordar las causas estructurales de la crisis y evitar un colapso económico y social en el país.

En resumen, Bolivia enfrenta una crisis económica generalizada, y el desabastecimiento de combustibles es una manifestación de problemas estructurales más profundos en el modelo económico del país.

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