La decisión fue anunciada por Ronny Jiménez, ejecutivo de la Federación Departamental de Transporte "18 de Noviembre", y Aquiles Balcázar, ejecutivo del Sindicato de Transporte Pesado Moxos*. 

Jiménez manifestó que el sector ha mostrado predisposición al diálogo, pero también exigió soluciones concretas a los problemas que afectan a los transportistas.

“Con la participación de todas las federaciones nacionales se llegó a la conclusión de un pliego petitorio donde se dan 10 días de plazo para que el gobierno nacional nos dé una solución a los temas que pedimos,” informó Jiménez.

Los dirigentes explicaron que la suspensión del paro responde a un compromiso de las autoridades para atender sus demandas, que incluyen la mejora de la infraestructura vial y el cumplimiento de acuerdos previos con el sector transporte. Sin embargo, advirtieron que, de no cumplirse los compromisos asumidos, retomarán las medidas de presión. 

“Estamos como se dice, apoyando la decisión de nuestra Confederación Nacional de Chóferes de Bolivia la cual ya nos mandó un instructivo un cuarto intermedio por diez días más,” declaró Balcázar.

Los transportistas, en el caso concreto del Beni, pidieron que las autoridades aceleren las gestiones para la reparación y mantenimiento de las rutas, especialmente en las zonas más afectadas por las lluvias y el tráfico pesado.

También solicitaron que se agilicen los desembolsos para proyectos viales comprometidos en reuniones anteriores. 

El sector del transporte permanecerá en estado de alerta y realizará una evaluación en los próximos días para verificar el avance en la solución de sus demandas. De no haber respuestas favorables, no descartan retomar las protestas con nuevas medidas de presión.