Cinco hechos que debes saber sobre la rebelión de 10 de noviembre de 1810, liderada por Pedro Ignacio Muiba

Por: Mauricio Paz Barbery

Cinco hechos que debes saber sobre la rebelión de 10 de noviembre de 1810, liderada por Pedro Ignacio Muiba

Primero: La Rebelión de 1810 no fue la primera revuelta contra el poder colonial en Moxos, ni la más contundente. En 1801, el cacique canichana Juan Maraza lideró un movimiento con un resultado concreto: la expulsión del gobernador Miguel Zamora y Triviño, quien abusaba de su poder. Maraza, con el apoyo de los líderes de Trinidad y Loreto, obligó al gobernador a huir, y la Audiencia de Charcas no tuvo otra opción que aceptar la destitución. Hasta 1805, los indígenas, bajo el liderazgo de Maraza, mandaron en Moxos. Los españoles se referían a él como el “Timebunt gentes,” es decir, “a quien la gente teme.”

Segundo: Aunque Pedro Ignacio Muiba es el personaje más conocido de la rebelión, no fue el ideólogo. El verdadero estratega fue su hermano mayor, Gregorio Gonzales. Según documentos históricos, Gonzales fue quien intentó convencer al influyente cacique Juan Maraza de rebelarse contra el gobernador español para evitar lo que al final sucedió: una guerra entre grupos indígenas. Maraza, finalmente, puso fin a la revuelta (no los españoles), apresando a Gonzales y ejecutando a Muiba.

Tercero: En el clímax de la rebelión de 1810, los trinitarios le gritaron al gobernador Urquijo: “¡El Rey ha muerto!” Sin embargo, esta afirmación era incorrecta. El rey español Fernando VII estaba vivo y en conflicto con su padre Carlos IV. El verdadero Rey en noviembre de 1810 era José I Bonaparte, y el que mandaba era su hermano el Emperador Napoleón Bonaparte.

Cuarto: La rebelión de Muiba solo mantuvo el fervor en Trinidad y Loreto durante dos meses. Pronto, la población se desilusionó con los abusos cometidos por los rebeldes, y cuando Maraza y los demás líderes de Moxos (San Pedro, San Javier, Magdalena, Baures, Santa Ana) llegaron a Loreto y Trinidad para calmar la situación, la gente no defendió a Muiba y sus aliados como pensaron que lo haría.

Quinto y lo más importante: A pesar de su lucha, la rebelión de Muiba no estableció un gobierno indígena ni tampoco la independencia de Moxos. En cambio, Muiba izó en la iglesia de Trinidad la bandera francesa y juró lealtad a Napoleón Bonaparte y a su hermano José Bonaparte, quien fue rey de España entre 1808 y 1813.

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