San Ignacio/Mojosconecta.- Con un concierto de 60 'flauteros' culminó el taller de fabricación de flautas impartido por el profesor de la Escuela de Música de San Ignacio, Alcides Limaica. Entre los fabricantes y concertistas se encontraba Luis Adolfo, de 12 años de edad.

El concierto se realizó este domingo 14 de julio en el atrio del Templo Misional. Una mañana fría fue testigo de la actividad.

Luis Adolfo contó que una vez enterado de la convocatoria, 'presionó' a sus papás para ingresar al taller y así entró en el Fantástico Mundo de la Flauta de Tacuara.

El facilitador del taller, Alcides Mimaica, explicó que desarrolló un método de fabricación de la flauta de tacuara en 2007, pero primero se aprende a elaborar el instrumento en tubo de PVC de 3/4.

Luis Adolfo, que cursa el sexto de primaria en la Unidad Educativa Arajuruana Fe y Alegría, dijo antes del concierto: "Me costó un poco hacer mi flauta".

"Primero el profe nos explicó cómo hacer una flauta de tubo y de ahí nos dieron un pedazo de cañería y con nuestro cuchillo comenzamos a hacer los huequitos. Eso me costó un poco, porque lo hice con cuidado para no fregar mi cañería. Así lo fuimos haciendo uno por uno y de ahí nos dieron un poco de cera de abeja, tapamos la punta y comenzamos a afinar la flauta", relató a Mojosconecta.

El taller contó con el apoyo de la ONG Taupadak y la certificación del Centro de Educación Permanente (CEP) Vikarawa'u Vimutu.

Para la profesora Begoña Cuellar, "el método es súper sencillo el que ha desarrollado Alcides".

Uno de los objetivos es que en los conjuntos folclóricos haya renovación de músicos y garantizar el relevo.

Similares talleres se han realizado en comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en Alto Beni y Trinidad.

En el taller, que duró dos días, participaron niños de 10 años hasta jóvenes de 25 años, entre los que se encontraban alumnos de la Unidad Académica Lorenza Congo.

La destreza, especialmente de los niños, se destacó en cada uno de los toques que interpretaron como la marcha y taquirari de Los Ciervos.

Al final del concierto, Luis Adolfo, con ojos vivaces, preguntó: "¿Qué tal estuvo (el concierto) y cómo toqué?"

La mañana se había calentado con las melodías de los nuevos músicos.

Con esta actividad se asegura la renovación permanente de los flauteros de los conjuntos folclóricos de Mojos, que son Patrimonio de Bolivia y el mundo.