Cada persona, adulto mayor, anotó lo que esperaba recibir de regalo en esta navidad, y cientos de voluntarios anónimos hicieron ese deseo realidad, una actividad que emociona y alegra los corazones de muchos “abuelitos”.

“Sí, gracias al Señor, he recibido lo que he pedido, el Señor conoce mi corazón y gracias por todo y les bendigo a cada uno de lo que han hecho posible para dar los regalos. Gracias a las personas que colaboran aquí y les ayudan a que vengan a ustedes y tengan un buen momento. Les digo que vengan adelante, yo me lo bendigo a cada uno de ellos, que Dios les dé salud, vida y todo y que vengamos adelante buscando al Señor que viene pronto, muy pronto vendrá”, relató emocionada, una de las personas que recibió un obsequio navideño.

“Amén. Yo pedí un vestido, primera vez, gracias a Dios, un regalito”, relató otra persona; ¿Qué pidió usted?  Preguntó nuestra periodista inmediatamente a otra persona, que respondió “Un par de zapatos”.

 “Él está bien porque todo lo que ha hecho para mí lo ha hecho. Imagínense una maravilla, un momento muy agradable para los adultos mayores, yo estoy agradecido por todo lo que han hecho, soy orgulloso de estar al lado de todos ellos y gracias a ustedes también que están aquí presentes en los medios de comunicación. Le agradezco a mi padrino que es así de joven, de Estados Unidos, de su familia”, declaró otra persona.

¿Qué pidió usted? Y- volvimos a preguntar a otra de las personas “Yo le pedí un par de zapatos, un par de calzados. Se quedamos muy agradecidos a este grupo de jóvenes que han hecho posible el regalo para nosotros de grito en esta Navidad”, declaró otra beneficiaria.