Iglesias cristianas de Trinidad protagonizaron el sábado la denominada “Marcha por la Vida y la Familia” con la finalidad de consolidar la estabilidad y amor en el hogar, bajo los lineamientos de Jesucristo en medio de las dificultades que vive la sociedad actual.

“Estamos concentrados en alentar al pueblo a tener una experiencia de lo que es verdaderamente una familia., porque aunque Dios formó la familia, no hay familias perfectas”, aseguró la pastora principal del Centro Apostólico Altar de Jehová, Lourdes Bravo.

Afirmó que es muy difícil cultivar una familia estable en esta sociedad actual, por tanto se necesita esfuerzo y dedicación para lograrlo, es decir que sus integrantes asuman un compromiso de amor y fidelidad.

Para ello es necesario alimentarse de la palabra de Dios que enseña cómo mantener relaciones sólidas a pesar de las fracturas que se producen por los temperamentos.

“Sin embargo, Dios está llamando a la nación a adecuarse a sus leyes, porque las leyes del Reino (de Dios) no son como las leyes de una nación, es cierto que copian algunas cosas pero la mayoría de las partes de una Constitución Política del Estado no está acorde a las leyes de Dios”, dijo.

Manifestó que ahora más que nunca se debe entender lo que Dios quiere de una nación, por eso los cristianos están inmersos en esa labor para que todos sepan que sin Dios no es posible tener una familia estable.

Sostuvo que las familias necesitan una gran dosis de amor, porque sencillamente el amor lo cambia todo debido a  que es la esencia de Dios y nos hace más tolerantes.

“Volvamos al Señor, descubramos lo que él tiene para la familia porque es el autor del matrimonio y de la vida, cuidemos lo que Dios nos ha dado porque la vida es corta”, reflexionó.

Esa movilización partió del monumento al cacique indígena Pedro Ignacio Muiba y concluyó en inmediaciones de la estatua al fundador de Trinidad.