La forma en que intentaron sepultarla de forma discreta, levantó las sospechas de los vivientes de la población beniana de El Perú río Apere, ubicado en la provincia Yacuma del departamento del Beni, quienes notaron que algo no estaba bien, puesto que el cuerpo de la pequeña niña que fue trasladada en caballo hasta la localidad después de dos días de haber fallecido en una estancia cercana llamada "Peña Flor", presentaba un avanzado estado de descomposición.

De acuerdo al reporte del párroco de la ciudad de Santa Ana del Yacuma Rvdo. Germán Sosa, gracias al encargado de la estancia Capellanía que colinda con el predio ganadero donde trabajaba el sindicado, se logró descubrir el lamentable hecho que arrastra una oscura trama de sufrimiento, maltrato físico y tortura a la pequeña víctima que murió a manos de su propio progenitor, quien tenía el deber de brindarle cuidados, atención y darle amor y no una vida llena de crueldad inimaginable.

"Este triste caso se descubrió gracias al encargado de la estancia Capellanía, quien llegó de paso por el lugar y vio que la niña yacía muerta en una hamaca".

El sacerdote comentó a nuestro medio digita. que de inmediato el empleado le comunica del caso indicándole que el padre de la pequeña le había pedido ayuda para sacarla hasta la comunidad de El Perú río Apere, donde darían cristiana sepultura a la menor.

"Fue así que le ordené al encargado de la estancia que preste ayuda para trasladar el cuerpo de la niña", afirmó.

Mientras el cuerpo de la pequeña víctima era sacado de la alejada estancia en caballo, el sacerdote dio parte a seminaristas de El Perú río Apere, indicándoles que aguarden la llegada de una niña fallecida.

Al ser anoticiada del arribo del cuerpo sin vida de la niña, los vivientes de la comunidad no permitieron que sea sepultada de inmediato como pretendía su padre; fue así que el cadáver fue derivado al centro de salud para ser sometido a una revisión, que reveló el drama de terror que había sufrido la criatura.

De acuerdo a reportes de personal del centro de salud de la población de El Perú río Apere, el cuerpo de la niña presenta laceraciones, marcas, golpes y heridas en la cabeza, factores que evidencian que fue sometida a maltrato constante.

"Hablé con el doctor y me dice que la niña presenta una herida en su cabecita, ha muerto también con la lengüita afuera y los ojitos brotados, la gente está muy conmovida y muy molesta, piden justicia, que las autoridades nos puedan ayudar", informó una mujer de la citada comunidad.

Refiere que les llamó poderosamente la atención que un hermanito de la víctima tenga signos de golpes, escoriaciones y presente un evidente y cruel maltrato físico.

"El niño tiene unas quemaduras en su cuerpito, también tiene marcas de chicotazos en la espalda, está desnutrido, entonces eso nos lleva a pensar que la niña no ha muerto como dice el padre, de un dolor de estómago", refiere.

En su declaración preliminar el hombre admitió haber sido quien quitó la vida a su propia hija con un golpe de patada en su cabeza y el estómago, indicando que mucho se orinaba.

Familia disfuncional

El episodio de violencia desmedida contra los pequeños, se dio en una familia disfuncional donde el padre Yovani Yohari Mojica convivía con su concubina identificada como Mary Sairuma Serato.

La pequeña víctima Fabiana Yohary Peña (7) vivió un inimaginable episodio de violencia, maltratos y golpes, que finalmente acabaron con su corta vida.

Tras conocerse el hecho que a todas luces se trataría de un infanticidio, tanto el hombre como su mujer fueron aprehendidos y serán llevados a los estrados judiciales para responder por la crueldad y saña contra una pequeña e indefensa niña.

La indignación por el lamentable hecho es generalizada, porque rebasa todos los parámetros de violencia contra una menor que tuvo la desgracia de llegar a este mundo en el seno de una familia equivocada.

Una comisión integrada por un fiscal y efectivos policiales se trasladaron hasta la localidad de El Perú río Apere para realizar las indagaciones que permitan esclarecer la trama que envuelve el atroz crimen de una indefensa niña.

Grave

El hermanito de la victima de tan solo 4 años fue trasladado en las últimas horas hasta Trinidad para recibir atención especializada, debido a un severo cuadro de desnutrición y secuelas de agresión física con marcas de quemaduras y de golpes en su humanidad.

El clamor de la población es que se haga justicia y los culpables de este crimen sean castigados por la ley, por el abuso desmedido contra quienes debieron cuidar y no torturar de la manera más vil.