Cuentos vegetales, por Wilder Molina
Dios vive en San Bernardo

Llegamos a San Bernardo con lluvia de
varios días. Huyendo de las inundaciones, el Tipnis ya es un lago inmenso. Tres
días navegamos en busca de un lugar seco y por fin. La campana de La Esperanza
anuncia que arribamos. YotyoopoTata Ponciano grita ¿Bartolomé Semo? ¿Subió el
agua? Bienvenidos, aquí serán salvos, a la altura de Dios no llega nadie,
porque él vive en nosotros responde. Amen Pastor, vociferan al unísono, padres
e hijos, arriba la barranca Alrededor
las aguas de todos los ríos siguen buscando llegar a lo poco de tierra que
queda.