La intervención se llevó a cabo el jueves 8 de agosto de 2024, y, tras una rápida coordinación con la Unidad Policial de Control de Migración, los extranjeros fueron trasladados a las oficinas de Migración. Allí se confirmó que su estatus migratorio era irregular. Según lo dispuesto por la Ley de Migración, se ordenó su salida obligatoria hacia la República Federativa de Brasil.

Los ciudadanos fueron transportados en una embarcación desde la terminal portuaria para garantizar su salida del país.

La Policía Boliviana reafirmó su compromiso de velar por la seguridad y el cumplimiento de la ley en nuestras fronteras, protegiendo la integridad de nuestro territorio y garantizando la legalidad en todo momento.