Día Internacional de la Mujer: Maritza Parada, un ejemplo de lucha y fortaleza
Maritza Parada trabaja como recicladora en el botadero municipal de Trinidad, es madre de 5 hijos, único sustento de su hogar, una mujer que nunca se rinde y que trabaja como recicladora hace 15 años.

“15 años que vengo realizando el trabajo de reciclar aquí (…) Mis hijos son 5, dos nomás ya dependientes de mí, y pues tengo una moto en la que llego aquí, recorro todos los días los 7 kilómetros y medio para poder llegar a mi trabajo, pero lo hago de una manera muy bien porque es mi fuente de trabajo, es con lo que sustento mi hogar”, declaró Maritza.
La mujer aseguró que este trabajo es de alta dificultad, especialmente en épocas como estas, cuando llueve seguido.
“Sí, al menos hoy en día por el clima, el tiempo, un poco complicado, y por los riesgos que corremos aquí los recolectores, pero para nosotros es un trabajo muy digno”, completó.
Maritza siente orgullo y felicidad de poder contar con un trabajo, porque la naturaleza de un trabajo no es razón de vergüenza, siempre y cuando sea
“Mis hijos están muy orgullosos y felices porque es de aquí que vivimos y los hago estudiar (…) Aquí vendemos todos los días a diario el material por kilo, diariamente entre 250, 200 como mínimo diario (…) Exactamente son 8 horas las que nos permite la Empresa Municipal de Aseo Urbano de Trinidad (EMAUT), realizar el trabajo, entramos 8 de la mañana y salimos 4 de la tarde”, declaró.
Maritza está consciente que es un trabajo difícil, pero al recordar la historia de su vida, nos asegura que la necesidad es la que la llevó a elegir este oficio.
“La necesidad, y peor hoy día con todas las cosas están caras, y bueno pues el escaso trabajo que hay en la ciudad y por la paga muy poca que hay en los trabajos. Aquí es un poco arriesgado, pero gano un poquito más. Pero eso no importa, porque el esfuerzo lo hago por mis hijos”, enfatizó.
Maritza ha tenido que aprender sobre la marcha un oficio que al principio no dominaba, vivir del reciclado es aún muy difícil, ella aún recuerda que las dificultades afectaban cada aspecto de su vida.
“Cuando inicie (en este trabajo), mis dos últimos hijos estaban muy pequeños y era un poco complicado llegar a casa, los niños salían a recibirme y yo tenía que decirles, no te acerques, vengo del botadero, esperá que me bañen para luego venir, entonces fue un poco complicadito, pero como le digo es algo que es muy rentable el trabajo”, recordó Maritza.
Al concluir la entrevista, Maritza envió un mensaje a todas las madres y mujeres trinitarias en este 8 de marzo.
“Bueno a todas las mamás que no se rindan, que la vida cuesta, pero de lo que uno pueda o sea cualquier trabajo es digno para poder sacar a sus hijos adelante”, concluyó.