“Con el objetivo de proteger la salud de la población beniana, nuestros inspectores están realizando tareas de prevención de enfermedades transmitidas por alimentos y agua, así como por mala higiene en ambas áreas, urbana y rural”, explicó.

A través del Programa de Salud Ambiental, se han enviado equipos técnicos para monitorear la calidad del agua y realizar la entrega de pastillas potabilizadoras en zonas afectadas por los incendios. Salazar destacó que en eventos adversos como inundaciones, incendios y sequías, los servicios básicos son los más vulnerables.

“La calidad del agua y el saneamiento son fundamentales, especialmente ante la contaminación causada por humo y cenizas. Nuestro trabajo busca apoyar a las comunidades para asegurar que el agua que consumen sea de calidad”, añadió.

Los técnicos capacitan a la población para identificar agua contaminada y asegurar su uso adecuado. Además, se proporcionan pastillas potabilizadoras para garantizar que el agua de consumo humano cumpla con los estándares de calidad.

Aunque los sistemas de suministro de agua no presentan problemas en general, los incendios pueden afectar las tuberías de distribución, por lo que es crucial que la población esté preparada para utilizar alternativas de acceso al agua potable.

“La desinfección del agua con pastillas potabilizadoras es una de las soluciones seguras en situaciones de emergencia. También se recomienda hervir el agua o utilizar lavandina para asegurar una completa desinfección”, subrayó Salazar.

Este esfuerzo es parte de un trabajo coordinado entre los tres niveles del Estado: Gobierno Nacional, SEDES y las autoridades municipales, así como con las autoridades locales. El equipo tiene un cronograma de visitas a áreas urbanas y rurales para proporcionar el equipamiento y las pastillas necesarias en el marco de la emergencia por las quemas.