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DOLOR Y ANGUSTIA, EL RÍO IBARE SE LLEVÓ A IKER QUE SON SOLO 14 AÑOS COMENZABA A VIVIR

El hallazgo del cuerpo de Iker Salvatierra Ribera de 14 años puso fin un calvario de más de 48 horas de intensa búsqueda y acentuó el dolor de una familia y de testigos que vieron cómo las corrientes internas del río Ibare lo arrastraron a un rumbo desconocido.

DOLOR Y ANGUSTIA, EL RÍO IBARE SE LLEVÓ A IKER QUE SON SOLO 14 AÑOS COMENZABA A VIVIR

El accidente se produjo cuando el sol comenzaba a descender la tarde del domingo, en Puerto Ballivián reinaba el bullicio habitual de los fines de semana. Familias que se acercaban al río Ibare para refrescarse, jóvenes jugando a la orilla, otros simplemente sentados mirando el agua, pero esa tarde todo cambió.

Una voz desesperada pidiendo auxilio rompió la calma, era Iker Salvatierra Ribera, de 14 años, quien luchaba contra la fuerte corriente que, en segundos, lo envolvió y lo hizo desaparecer ante la mirada impotente de sus familiares y vecinos.

 

La noticia corrió como ráfaga. La tía del adolescente que lo acompañó ese día escuchó los gritos de desesperación. “Ella estaba en las gradas y no sabe en que momento el chico se enchampó al otro lado cuando escuchó que decían, se ahogó un niño, se ahogó un niño. Ella se volcó y vio los dedos y se largo y no pudieron hacer nada y se lo llevó la corriente”, comentó la otra tía del menor, Eugenia Salvatierra.

A las pocas horas, el lugar del hecho se convirtió en centro de operaciones. La Unidad de Gestión de Riesgos, comunarios, bomberos voluntarios, personal de Defensa Civil y efectivos de la Policía iniciaron una intensa búsqueda en las oscuras aguas del Ibare.

Las labores se extendieron hasta las dos de la madrugada, en medio de la desesperación de una familia que no quería rendirse. Desde la orilla, solo se escuchaban oraciones y gritos ahogados de esperanza.

El lunes por la mañana, los equipos volvieron al río con más personal, más herramientas y más fe.

 

Pero fue recién el martes cuando se confirmó la noticia que terminó por desgarrar a todos, “el cuerpo sin vida de Iker fue hallado en Puerto Varador, tras más de 48 horas de intensa búsqueda”.

La información fue oficializada por el comandante departamental de la Policía de Beni, coronel Lionel Valenzuela, quien destacó el esfuerzo conjunto de todas las instituciones y la solidaridad de los vecinos.

Iker tenía sueños sobre el futuro de su vida, su madre perdió la vida años atrás y su padre llegó el lunes para apoyar en las labores de la búsqueda.

Hoy, Puerto Ballivián guarda silencio. El río Ibare, tantas veces de refugio y alegría, se ha vuelto escenario de duelo. Las autoridades recomiendan tener precaución por las corrientes internas que se forman y son engañosas por la aparente calma de las aguas en la superficie.

La historia de Iker no solo ha conmovido a su familia, sino a toda una comunidad que se ha unido en medio del dolor. Porque en cada oración, en cada lágrima y en cada abrazo, resuena el mismo clamor: que el río devuelva la paz que se llevó con él.

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