Redacción Central/eldeber.com.bo.- En Cobija el nivel del agua baja y va dejando las marcas del desastre, pero se mantiene la alerta de nuevas crecidas ante las persistentes lluvias, advirtió el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

“El nivel del agua alcanzó un récord de crecida, pero el jueves, en horas de la mañana, ha habido un descenso de 1,40 metros. Sin embargo, todavía estamos a la espera de lo que pueda suceder en las cabeceras del Acre, porque se estima que dentro de cuatro a cinco días pueda venir un siguiente golpe de agua que puede poner en dificultades una vez más al municipio de Cobija”, alertó el viceministro Calvimontes.

Hasta ahora, el descenso que se registra queda estampado en  los muros de las viviendas que tienen marcada la humedad de la corriente que obligó a salir de sus hogares a 1.179 familias que buscaron refugio donde parientes, amigos o en alguno de los nueve albergues que se habilitaron, luego del desborde del río.

De acuerdo con el informe oficial, de las 1.179 familias  que dejaron sus hogares, 997 están en viviendas de familiares o amigos y 277 se encuentran en los albergues.

En el país los daños siguen sumando y en solo tres días se duplicó el número de familias que sufren los efectos de las intensas lluvias. Hasta momento, suman 23.879 familias afectadas y 9.404 damnificadas, haciendo un total de 33.280. Hasta el martes había 15.840.

Hasta la fecha, 106 municipios y 444 comunidades están afectados. Son 536 viviendas con algún tipo de daño y 835 completamente destruidas. Las muertes subieron a 42 en todo el país y hay dos desaparecidos.

El drama en Cobija. José Quispe, del barrio Puerto Alto, comenzó a realizar la limpieza en su vivienda, donde desde las 5:00 de este jueves el nivel del agua comenzó a descender. Indicó que no esperaba que su casa se llene de agua, porque ni siquiera contemplaron que el río alcance niveles históricos.

También empiezan a realizar los trabajos que permitan habilitar los servicios básicos en los hogares. ENDE moviliza personal que se encarga de revisar bien los medidores y restablecer de a poco la energía eléctrica en los barrios donde se brinde las condiciones.