EL AÑO NUEVO ANDINO (NO ES AMAZÓNICO NI DEL CHACO) ES UNA FALACIA
Por: Hugo H. Padilla Monrroy
Hace 5.532 años en los Andes no habían ni aimaras ni incas y, al parecer, tampoco había tihuanacotas. Sin embargo, este 21 de junio se celebrará ese volumen de falacias del supuesto Año Nuevo sólo andino, no “amazónico y del Chaco”. En los justificativos no cuadran los calendarios ni los cálculos ni las culturas ni las geografías. Pero, esta extraña memoria inventada hoy nos impone una referencia no concordante festividad, aymara, con el ancestro de las Tierras del Paititi y las del Chaco.
La festividad lleva el nombre de “Willka Kuti” (retorno del Sol) o Machaq Mara (Año Nuevo) y tiene su origen en los años 80s, cuando jóvenes indígenas de orientación Katarista a la cabeza de Germán Choquehuanca, lanzaron esa idea reinvindicacionista (¿?).
El Año Nuevo Aymara fue declarado como Patrimonio Intangible, Histórico y Cultural de la Nación, mediante la Ley Nº 3018 el 12 de abril de 2005 y el 2009 mediante Decreto Supremo Nº 173, promulgado por el gobierno de Evo Morales Ayma, se lo declaró feriado inamovible con suspensión de actividades públicas y privadas en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, incluso se la hizo reconocer a nivel internacional.
La supuesta antigüedad de 5.532 años centra la mayor controversia entre los indigenistas de la corriente aymara, con los arqueólogos, antropólogos e historiadores e incluso con miembros del movimiento aymara, que originalmente ideó la fiesta del Año Nuevo Andino, que cuestiona el desarrollo comercial de la festividad y su uso político partidario.
La explicación de quienes conmemoran la fiesta es que los 5.000 años redondos resultan de sumar cinco ciclos de 1.000 años cada uno, con los 532 años que transcurren desde 1492, cuando los españoles llegaron al nuevo continente hasta hoy. (2024 – 1492 = 532).
Analizaré este contexto desde el punto de vista histórico, considerando que el actual área, sitio o ubicación del desarrollo festivo de esta actitud al considerar el Año Nuevo Andino, Amazónico y del Chaco, es una FALACIA, inventada.
Se considera que, las culturas altiplánicas Tihuanacota e Inca, son diferentes, en tiempo y desarrollo cultural.
La Cultura Tihuanacota
El presidente de la Sociedad de Arqueología de La Paz, Carlos Lemuz, dijo que, el supuesto calendario con 5.000 años es "completamente arbitrario" y "un invento que no tiene relación con los estudios y las dataciones radio - carbónicas" en la zona andina.
Los primeros asentamientos agrícolas en ese territorio son de 1.500 a.c. (época aldeana) y el desarrollo en Tihuanaku se dio en las cercanías del Lago Titicaca, en la meseta del Collao, con vestigios de arte en cerámica y técnicas agrícolas, las primeras construcciones de piedra y tallados se forjaron entre el 500 a.c.y 1100 d. c.. Su dios Viracocha esta representado en la parte superior de la puerta del sol y su lengua era la Puquina. Seguramente tuvieron sus filosofía y religiosidad con relación al conocimiento del Solsticio de Invierno, que coincide con el calendario Gregoriano (21 de junio). No se conocen evidencias de rituales referidos a esta fecha, pues los habitantes de ese pueblo con cultura, desaparecieron, así como las culturas, Chavin, Nasca, Paracas, Chapacoyas de su vecindad, (sur y centro del Perú), Aztecas y otras en lejanas latitudes.
Se cree que Tiahuanaco obtuvo una serie de bienes y recursos de ecosistemas diferentes al del Titicaca a través del intercambio con diversas sociedades locales de regiones altiplánicas y vallunas, aunque también manejaron enclaves poblacionales en los valles orientales bolivianos, se observa en sus esculturas en piedra animales de la zona de tierras bajas (amazonía).
La Cultura del Imperio Incaico
Se tiene referencia que, esta cultura se inicia por el año 1150 d.c., hasta la llegada de los españoles (1572), con la muerte del Inka Atahuallpa, territorio extendido hasta el Ecuador, la zona del Perú, el altiplano boliviano, valles del sudeste y norte de Chile, donde se distinguían cuatro zonas de distribución geográfica y política, denominada suyus, conformando el Tahuntinsuyo, su capital el Cuzco y el idioma compartido entre quechua y aimara, sometieron varios pueblos, desarrollándose más entre la costa del Pacífico y la Cordillera de los Andes. Así lo evidencia el Qhapaq Ñan, que es la red vial de caminos con más de 30.000 kms, ningún de ellos toca los territorios de tierras bajas, lo que demuestra la NO INFLUENCIA cultural a la Amazonia, más bien fueron reprimidos a orillas del Río Beni, y obligados a retroceder subiendo la montaña con un ejército diezmado, (de 25000 hombres retornaron solo 350).
Culturas Amazónicas.
Sus orígenes Arawaco, ingresaron como pueblos nómadas por Panamá y el río Orinoco, hacen más de 6000 años, volviéndose sedimentarios por la basta riqueza natural, explotando la agricultura, (lomas, camellones, canales y asequias).
Se tiene vagas evidencia de sus creencias religiosas, ninguna dedicada a ritos y ofrendas en fechas definidas, se conoce muy de manera sin evidencia que sus referencias eran los ciclos de sequía e inundación.
ANOTACIONES
El viceministro de Descolonización del ministerio de Culturas, el aimara Cancio Mamani (2022), rechaza los cuestionamientos del tiempo anotado como origen cultural indígena, dijo que los investigadores y "sabios" de esa cultura ven los "5.000 años como una cifra baja y reduccionista". A su juicio, la celebración del Año Nuevo Andino tiene tanto eco, porque hay una reivindicación cultural respetable de poblaciones indigenistas aimaras y quechuas, pero con "una visión ideológica del pasado" que lleva a la gente "a confundir la creencia y la política con hechos arqueológicos".
El viceministro recordó que Germán Choquehuanca, el creador de la fiesta en la década de los 80, incluso postula que esos supuestos cinco ciclos anteriores a 1492 no representan cinco milenios, sino 160.000 años en coincidencia con supuestas teorías que hablan sobre un origen de la humanidad vinculado a la zona andina.
Por otro lado, la arqueóloga Delia Mendoza, explica que la fecha de 5532 años no es un dato que se pueda probar con exactitud pero que hay pruebas de la existencia de sociedades pre Tiwanaku que eran nómadas y recolectoras hace más de 5 mil años. “Tiwanaku como Estado y como cultura tiene entre 2000 a 3000 años antes del presente y la cultura aymara es una especie de heredera de Tiwanaku, puesto que Tiwanaku colapsó económicamente debido a una terrible sequía que hizo que el Estado no logre sustentar a toda la población. Entonces se ha desintegrado en segmentos y sociedades más pequeñas. Es ahí que surgen los señoríos aimaras”, explica Mendoza.
CONCLUSIONES
Los pueblos originarios indígenas ancestrales, son diferentes en sus concepciones religiosas y de desarrollo cultural, pueblos aimaras y quechuas, no tienen relación con las culturas y pueblos de tierras bajas.
La Civilización Tihuanacota, sólo le dejó una estructura arqueológica a la Cultura Incaica, sin evidencias de ritos o secuencia socio-política y jerárquica.
Los pueblos y la denominada “Cultura del Agua”, amazónica y tropical, no practicaban ritos en el tiempo del Solsticio de Invierno, puesto que no se referían a un calendario específico u referencia tácita.
El Gran Chaco es una región con una amplia diversidad cultural, religiosa y de lenguajes: más de 20 pueblos indígenas originarios habitan la región, entre ellos los Wichí, Toba Qom, Guaraní, Ava Guaraní.
Como pueblos de diferente idioma, no pueden unificar en el tiempo, un rito particular, queriendo imponer un concepto desconocido, para amazónicos y chaqueños.
Por las pocas y escuetas justificaciones que de dan en este análisis, habiendo muchas mas, de origen histórico, se concluye que, la denominación:
EL AÑO NUEVO ANDINO, AMAZÓNICO Y DEL CHACO, ES UNA FALACIA,
Inventada por los expansionistas de una cultura confinada a las serranías y costas del Pacífico, que hoy quieren imponer valores ajenos a las Tierras de Moxos, Paitití, Reino del Enín y a las tierras del Gran Chaco.
Lo que no se logró hace 540 años y mas, perforar la selva amazónica beniana, se está pretendiendo hacerlo no sólo físicamente, sino ideologicamente, culturalmente y con valores tergiversado a una realidad diferente, en nuestros días.
Trinidad junio de 2025.