El Beni: problemas y perspectivas para su Bicentenario
Escrito por: Daniel Bogado Egüez
En Mojos
Prehispánico, los pueblos indígenas originarios y los provenientes del Caribe
construyeron el sistema hidráulico más grande del mundo a través de obras como
canales, lagunas, terraplenes, lomas y camellones para producción agrícola.
En la época
colonial los jesuitas introdujeron la ganadería y enseñaron técnicas artesanales a mayor escala como
también un nuevo sistema agrícolas de roza, tumba y quema. Los productos
agropecuarios y artesanales cubrían el
mercado local, regional y se exportaba hasta Europa.
En la Época
Republicana finales del S.XIX y comienzos de Siglo XX se inicia la explotación de recursos naturales como la
Quina y la Goma. Era el momento cuando
la plata caía y el estaño subía, entonces la goma aportó al Erario Nacional. En
algunos periódicos de 1880 se encuentra esta nota: “ Hoy no se pagarán sueldo a
los funcionarios públicos porque aun no llegan los impuestos de Villa Bella”
Al caer el precio
de la goma, los barraqueros reactivan la ganadería en las pampas del Beni.
Actualmente el sistema ganadero sigue con la vieja práctica de crianza
extensiva, con poco asesoramiento técnico, por tanto con poca visión
empresarial, vendiendo el ganado flaco en pie a los ganaderos cruceños, que
luego de engordarlos los registran como made in Santa Cruz y para colmo nos
mandan Fridosita al mercado local.
El Beni,
sigue arrastrando problemas en lo
económico, político, social y cultural.
En el aspecto económico, seguimos con una economía de subsistencia,
dependiendo de la administración pública porque no hay incentivos para la
producción privada e industrial. No se cuenta con buenas carreteras estables
todo el año a excepción de Trinidad San Ignacio de Mojos, Yucumo -
Rurrenabaque, Santa Rosa, Riberalta
hasta Guayaramerín (que recibirà carga de Brasil desde Europa por el
océano Atlántico). Esta carretera se convertirá en el corredor bio oceanico
pasando por la Paz hasta Arica (océano Pacífico).
Sin embargo,
los servicios básicos aún son
deficientes en el Beni, como agua potable, alcantarillado y energía
eléctrica buena y barata. De nada sirve
que haya llegado la colita de la interconexión desde La Paz y ahora que ya
contamos con la interconexión desde Santa Cruz, siguen los cortes y el precio
elevado de las tarifas.
En lo político
seguimos dependiendo de las decisiones del Gobierno Central pese a que nos
llamamos “gobiernos autónomos” tanto departamental como municipales. Entonces
la toma de decisiones para elaborar y aplicar políticas públicas no dependen aún de nuestras autoridades sino
que dependen del gobierno central. Se debe profundizar la autonomía
departamental, municipal e indígena.
En lo social, no
existen instituciones que nos representen y luchen por los intereses de la
población, sobre todo de los sectores más empobrecidos. Ya nos hemos
acostumbrado a que nuestras instituciones representen los intereses políticos o
sectarios. Los profesionales emigran porque no hay oportunidades laborales, y
los pocos que quedan se integran tienen que enmarcarse en las decisiones de los
que gobiernan.
En lo cultural que
es la adscripción y apropiación de normas, valores, espiritualidades,
cosmovisiones, lo hemos reducido a su mínima expresión: folklore. Pensamos que
con bailar o vestirnos un día de taitas y mamas ya estamos haciendo cultura y
muy poco luchamos por una sociedad más inclusiva y solidaria. Los verdaderos
depositarios de la cultura como son las 18 etnias, están viviendo en la
miseria, carentes de infraestructura y acceso a servicios básicos.
Por estos
antecedentes, y Segùn el INE (2025), El Departamento del Beni, es uno de los más pobres de Bolivia.
Mantiene una producción ganadera muy tradicional. Sigue explotando recursos
naturales sin darle valor agregado, las pocas industrias de castaña en
Riberalta están sin producción, además no tributan en el Beni porque están
registradas en otros departamentos (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz). El
turismo que operaba en Rurrenabaque con un alto potencial ha decaído por
negar las Visas a extranjeros, en
especial a los Isrraelitas que masivamente visitaban Rurrenabaque.
Según el Plan de
Desarrollo del Beni, cuatro son las areas prioritarias que el El Beni requiere
para avanzar en su desarrollo: Infraestructura caminera, infraestructura
productiva, Educación y Salud. En infraestructura caminera necesitamos urgente
consolidar las vías departamentales con levantamiento de plataforma y asfalto y
concluir las carreteras interprovinciales por lo menos con levantamiento de
plataforma y ripiado y vincularnos de una vez por todas entre benianos y con el
resto del país.
Pero
no basta incentivar la producción sin darle valor agregado, necesitamos exportar la materia prima como la carne, el
cuero, la madera a través de industrias. La industrialización permite: Avance
tecnológico, cualificación de recursos humanos, ingreso al mercado con
productos acabados y de calidad y socialmente genera fuentes de trabajo que es
lo que falta en nuestro departamento. Así mismo, la actividad productiva guiará
la formación de las nuevas generaciones, que al cualificar sus conocimientos
garantizarán estabilidad laboral y mejorarán sus condiciones de vida.
Respecto
a la salud, es necesario ejecutar programas a largo plazo sobre todo en el área
rural para combatir las enfermedades tropicales (malaria, leishmaniasis dengue,
chikungunya). Para ello establecer convenios, alianzas entre el Gobierno
Nacional, Departamental y municipal con la Universidad Autónoma del Beni que
hoy tiene y está formando recursos humanos en enfermería, bioquímica y
medicina. De esta manera estaremos contribuyendo al desarrollo del Beni a
través de un Plan de Desarrollo Departamental.
Ya
es tiempo de pensar seriamente en nuestro departamento, pensemos como BENIANOS,
dialoguemos y trabajemos juntos por mejorar alguno de estos cuatro pilares.
Sabemos que no es fácil solucionar los grandes problemas del Beni, pero
empecemos con los problemas prioritarios, como la productividad, la salud que
implica la limpieza de calles y cunetas, pensar en programas a mediano y largo
plazo de contar con agua potable y
alcantarillado para convertirnos en una sociedad con buena salud. Es hora de empezar a regionalizar nuestros
programas educativos, para que éstas y las futuras generaciones amen y se
enorgullezcan de haber nacido en una tierra bendita,rica en biodiversidad y
cultura y se comprometan con su tierra natal, el Beni.
Aun nos faltan 17
años para festejar nuestro bicentenario 2042, tenemos tiempo para ejecutar
planes y proyectos e ir solucionando algunos problemas que nos aquejan desde la
fundación del Beni, infraestructura caminera e industrialización. Con buenas
carreteras asfaltadas, energía buena y barata, atraerá la inversión de
capitales y empezaremos a despegar para convertirnos en el referente de
biodiversidad, de diversidad cultural y referente de productividad.