La Cabaña Mucarzel, anfitriona del evento, en su política de diseminar su genética en todo el país, se encargó de ofertar animales de diferentes tipos: tamaño medio, de porte precoz, con evaluaciones exigentes y otras características. Los animales, nacidos y criados a campo, están adaptados a las condiciones del Beni.

Lander Camama, de la empresa El Corral Servicios Agropecuarios, al evaluar este sistema de comercialización, agradeció a Dios por permitirles vender animales de excelente calidad y buen precio en una zona con vocación ganadera como San Ignacio de Moxos.

Se vendieron más de 34 lotes, alcanzando una media de 2,530 dólares. Este resultado satisface enormemente tanto a la empresa de comercialización como a los ganaderos vendedores, ya que al poner la genética a disposición del productor se acorta la brecha para lograr el mejoramiento del rebaño.

La empresa de remates, además de facilitar las transacciones comerciales, el transporte de animales y el alquiler de áreas de pastaje, se constituye en un aliado estratégico del productor y comercializador en un contexto donde la ganadería genera un efecto multiplicador.

“El hecho de llegar a diferentes lugares con un servicio ágil y eficiente es prueba de que el servicio que brindamos representa una garantía para el productor que invierte en ganado, con el objetivo de alcanzar la sostenibilidad en corto tiempo,” expresó.