El fin de una era: El Templo Misional de San Ignacio se queda sin sacristanes jóvenes

Hoy, la parcialidad de Los Sacristanes cuenta con seis miembros, varios de ellos enfrentan problemas de salud, lo que les dificulta cumplir con su juramento.

El fin de una era: El Templo Misional de San Ignacio se queda sin sacristanes jóvenes

San Ignacio/Mojosconecta.-  El cuidado y la limpieza del Templo Misional, así como el servicio del oficio religioso, están a cargo de la parcialidad de Los Sacristanes y de Las Abadesas. Hubo un tiempo en que el grupo de Sacristanes llegó a contar con hasta 25 miembros.

Días previos a la novena de la Ichapekene Piesta, con escobas de jipuri y de malva, este grupo de personas comprometidas lleva adelante la limpieza general de todo el templo, de las paredes, del techo del imponente templo y de las columnas.

Hoy, la parcialidad de Los Sacristanes cuenta con seis miembros, varios de ellos enfrentan problemas de salud, lo que les dificulta cumplir con su juramento.

Don Antonio Yaca, con 38 años de servicio en el templo, recordó como realizaban la limpieza del templo

"La limpieza se hacía en dos días, ahora somos pocos, creo que somos seis y muchos ya están más viejitos", declaró.

El sacristán Ramón Mayuco, con más de 40 años en el oficio, sostuvo:

"Cuando yo comencé, todavía era el padre Alfonso (Elorriaga) el párroco. Éramos más de 20 sacristanes, entre jóvenes y mayores, ahora ya somos mayores y no hay más que dos jóvenes. Necesitamos relevo, necesitamos el recambio".

La tarea de estos hombres es colaborar con el sacerdote, no solo en los oficios religiosos, sino también en ordenar todo lo relacionado a las imágenes santas y la limpieza de la platería.

La limpieza y mantenimiento de los incensarios, la naveta donde se coloca el incienso, la cucharilla; de los candelabros de diferentes tamaños, limpieza y pulido de las copas y patenas que se utilizan en distintas celebraciones.

"De todo este trabajo nos encargamos los sacristanes. Ya en la misa, dependiendo de la festividad, tocamos las campanillas de acuerdo al tamaño y preparamos el incienso, ya sea para dentro de la misa o de las procesiones", explicó Juan Carlos Noe, sacristán que no pasa de los 30 años de edad.

Un voluntario italiano realiza la limpieza del machimbrado del techo, de los cuadros del Vía Crucis, del Ángel Mojeño y de los cuadros catequéticos con una aspiradora.

"Este trabajo nos facilita mucho, nosotros ahora somos sus ayudantes, movemos el andamio", dice don Ramón.

Esta limpieza se hace tres veces al año por los Sacristanes: antes de la Navidad, antes de la Semana Santa y antes de la Ichapekene Piesta.

El trabajo más fuerte se realiza antes del inicio de la novena de la Fiesta Grande de los ignacianos.

"Tenemos que dejar bonita la Iglesia para la fiesta, aunque seamos pocos", dice con alegría Ramón Mayuco. Don Antonio llama a los jóvenes y a los padres de familia a que incentiven a sus hijos a servir en el templo.

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