Local

El héroe Pedro Ignacio Muiba y su impacto en las reivindicaciones territoriales

Escrito por: Lic Daniel Bogado Egüez

El héroe Pedro Ignacio Muiba y su impacto en las reivindicaciones territoriales


ANTECEDENTES

La libertad, es un principio fundamental, que el ser humano lleva en su interior y algunos luchan para que este principio sea adoptado colectivamente. En esta línea, partimos diciendo que en Mojos hoy Beni en la época prehispánica, vivían libres y dispersos más de 50 pueblos indígenas (Altamirano 1979). Vivían LIBRES y de manera autónoma, solo al "mando" de un cacique sin poder vertical autoritario. En esta etapa construyeron todo un sistema hidráulico como lomas, terraplenes, canales, lagunas y cultivaban en camellones que hoy recién arqueólogos están difundiendo a nivel mundial (Erikson, Heiko Prümers, Carla Jaimes, Marcos Michel, Lombardo).

Cuando ingresan los españoles a Moxos (1510 a 1675) se sorprenden que los indígenas no tengan autoridades centralizadas y con poder de decisión. Para insertar a los pueblos indígenas en una estructura normativa centralizada y jerárquica, los Jesuitas instituyen los Cabildos Indigenales el 1701, donde el Corregidor es la máxima autoridad apoyado por 12 miembros y se convierten en el nexo entre los misioneros y la población.

Durante el periodo jesuítico que duro casi un siglo (1675- 1767) este sistema socio político logró establecer un cambio social y una producción económica sostenible al interior de los pueblos y el excedente destinado al mercado (Jordá E. 1999; Bogado D. 2006)

Con la expulsión de los Jesuitas (1767) este orden establecido vino en decadencia, pues los nuevos administradores, llamados Gobernadores y conversores no tenían ni la formación, ni el carisma que poseían los jesuitas. Es más, utilizaron el fanatismo religioso y la humildad de los indígenas para sus beneficios personales explotando su mano de obra y destruyendo toda noción de moral y preceptos religiosos que inculcaron los jesuitas. Los indígenas eran utilizados para realizar trabajos duros e inhumanos, mayormente los hombres eran "contratados" como remadores, pero el pago lo recibían los curas. Al respecto Gabriel René Moreno (1973) describe: "… se eximían de socorrer a los tripulantes ni con especies para su manutención. De vuelta a cuarenta pesos la canoa carguera con diez y seis remeros. ¡Setenta días de remar ida y vuelta por cuarenta pesos!. Pero entiéndase que son 40 pesos pagados a…el cura. El indio tenía que llevar su tapeque o comida; dejaba sus chacritas y a su mujer, y a sus hijos…"

EL LEVANTAMIENTO DE PEDRO IGNACIO MUIBA

Pedro Ignacio Muiba nació en Trinidad, desde joven se destacó por su capacidad de liderazgo. Era trilingüe, hablaba su idioma materno, el español y el latín. Estos dones le sirvieron para convertirse en el traductor oficial nombrado por el Gobernador Lázaro de Ribera que intentó hacer unas reformas en Mojos, pero los curas y las autoridades no las pusieron en práctica porque afectaba sus intereses económicos y se veían privados de la mano gratuita indígena a quienes explotaban laboralmente.

 

Firma de Pedro Ignacio Muiba

El levantamiento y la proclama de Pedro Ignacio Muiba se lo debe situar en este contexto de explotación de los pueblos indígenas por los Gobernadores de Moxos, también influyó la caída del Rey de España y las ideologías políticas impartidas en las Universidades de San Marcos y San Francisco Xavier, que envolvieron el espíritu de liberación de indígenas y criollos.

El 10 de noviembre de 1810 Pedro Ignacio Muiba protagoniza un levantamiento masivo con el apoyo de José Bopi, Corregidor de Loreto y Gregorio Gonzales, su hermano por parte de madre y Corregidor de Trinidad su tierra: "... el 28 de octubre de 1810 los loretanos se negaron a tripular unas canoas que partían conduciendo la familia y equipaje del gobernador...sin embargo el gobernador y los curas se encargan de castigar a los desobedientes" (Moreno, 1973).

La gesta revolucionaria de Pedro Ignacio Muiba estaba sustentada en la siguiente proclama:

"¡El rey ha muerto, nosotros seremos libres por nuestro propio mandato. Las tierras son nuestras por mandato de nuestros antepasados a quienes los españoles les quitaron!" (Natusch, 1982 ).

Pedro Ignacio Muiba logró la gobernación autónoma de Trinidad y Loreto, pero esto no duró más de dos meses pues el Gobernador Urquijo convenció a los canichanas a la cabeza del Cacique Juan Maraza y fue a sofocar a los pueblos "sacrílegos". El caudillo mojeño Pedro Ignacio Muiba fue perseguido y asesinado en las cercanías del río Mamoré y su cabeza expuesta en la plaza de San Pedro para que sirviera de escarmiento (Carvalho Urey 1977

Sobre la muerte de Pedro Ignacio Muiba el Gobernador Pedro Pablo Urquijo envió el siguiente informe a la Audiencia de Charcas el 9 de febrero de 1811:

"Todo, todo, ha dimanado de los perversos, endemoniados y sacrílegos consejos contra Dios, contra el Rey y Humanidad, de Pedro Ignacio Muiba, quien acostumbrado a varios alzamientos con sus parientes los trinitarios no se les castigó como merecían...pero el todo poderoso ha permitido que lo matasen y muerto lo presentasen a la Capital en la cual fue colgado... para escarmiento de todos y de los naturales de los otros pueblos de la Provincia". (en Lijerón, 1998:66).

El pueblo trinitario y la república de Bolivia debe saber que no solo asesinaron a Pedro Ignacio Muiba, sino también a mujeres, niños y ancianos que corrieron a refugiarse a la Iglesia, donde creían estar a salvo. Las tropas comandadas por Maraza que obedecía las órdenes del Gobernador, mataron de manera inhumana a más de 100 indígenas trinitarios. Este hecho está registrado y la Iglesia Católica debe pedir perdón a los indígenas por este genocidio.

Quien relata con más detalle este luctuoso episodio es Antonio Carvalho Urey (1977) a través del informe de fecha 17 de enero de 1811 que enviara el secretario Lucas José Gonzales desde Trinidad al Gobernador Urquijo que residía en San Pedro:

"El 15 a horas 9... nos encaminamos a Trinidad... pero apenas nos aproximamos al citado pueblo, cuando reparando que tanto los varones trinitarios, como las mujeres corrían a refugiarse a la Iglesia, se puso a la tropa en la plaza... y a cuántos encontraban los mataban a palos, no obstante que aquellos huían desarmados, hubo efusión de sangre y muertes... los que caían en el atrio y fuera de él, a fuerza de garrotazos, les quitaban las camijetas y los azotaban dejándoles en cueros viejos, muertos y moribundos; así mismo le daban con el látigo a las mujeres sin apiadarse de sus criaturas que traían en brazos... Fenecido el saqueo general se retiraron las tropas... pasé a reconocer el estrago ejecutado y conté muertos 115 en total... y la iglesia desde el Atrio hasta arriba estaba cubierta de sangre de los predichos... se registró la iglesia y encontraron dentro del tumbadillo más de 4.000 flechas, arcos, macanas, garrotes de chonta ocultos por los trinitarios, los que se quemaron en la plaza" (Carvalho, 1977 )

Pero el canichana Juan Maraza reivindicaría su accionar contra el movimiento de liberación años después, cuando el Gobernador Velasco pretendió despojarlo de su bastón de mando, él le dijo que tenía mayor poder otorgado por Dios, entonces Velasco lo mató con una pistola. Este hecho enardeció al pueblo canichana que en venganza por la muerte de su caudillo, se alzó contra el gobernador y su gente a los cuales quemaron vivos, en abril de 1822 (Lijerón op.cit:68). Después de este hecho la capitalía provincial pasó a Trinidad hasta el día de hoy.

Murió Pedro Ignacio Muiba, pero la proclama que dejó: Seremos libres por nuestro propio mandato. Las tierras son nuestras por mandato de nuestros antepasados… sigue latente en el espíritu de los mojeños.

En la época Republicana, los indígenas que se quedaron en Trinidad, sufren el avasallamiento de los carayanas que se introdujeron al comercio de la goma, y a título de compra venta, los van despojando de sus casas y areas agropecuarias en Trinidad. Entonces, los indígenas deciden retornar a sus antiguos lugares a través del movimiento de BUSQUEDA DE LA LOMA SANTA que inician en 1887 (Riester 1976).

Quien lidera este movimiento es Andrés Guayocho de origen Itonama, que, al igual que Pedro Ignacio Muiba es perseguido y asesinado. A su muerte, surge el lider Trinitario Santos Noco Guaji que se metió monte adentro con sus hermanos trinitarios y fundó San Lorenzo de Mojos. San Lorenzo de Mojos es el tercer pueblo autónomo pero con más durabilidad que Trinidad y Loreto. En San Lorenzo de Moxos, los indígenas vivían según sus usos y costumbres y no podía entrar ningún carayana, solo los comerciantes que pedían permiso, pero por tres días, después los sacaban (en Lehm, 1999:66).

Movimientos reivindicativos: Las marchas indígenas de Tierras Bajas.

Después de un siglo de relativa calma en las comunidades fundadas por la búsqueda de la Loma Santa desde 1887; surgen algunos conflictos entre indígenas y empresarios madereros, pues el Gobierno Nacional otorga en concesiones forestales en el Bosque de Chimanes sin tomar en cuenta que allí viven poblaciones indígenas. Así mismo, por el lado del Isiboro-Sécure ingresan los colonos y por el Ibiato los ganaderos. Estos conflictos se dan a partir de 1987 (Ciddebeni 1990).

Los pueblos indígenas rearticulan sus organizaciones en base al Cabildo Indigenal y empiezan un proceso de reorganización política, nace en 1989 la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CPIB). A través de esta organización canalizan las demandas territoriales ante el Gobierno Central, y al no tener respuesta positiva, protagonizan la primera e histórica marcha denominada "por el territorio y la dignidad" que partió de Trinidad el 15 de agosto de 1990. La marcha fue dirigida por los líderes indígenas Ernesto Noe (+) Presidente de la CPIB, Marcial Fabricano Presidente Subcentral del Isiboro- Sécure, que lo tenemos presente, Tomás Ticuazo (+) dirigente pueblo Sirionó y Antonio Coseruna Presidente Subcentral San Ignacio de Mojos tambièn presente. Después de caminar más de 600 Kms. en 34 días  logran llegar a La Paz.

Los marchistas fueron recibidos en La Paz con mucho júbilo, pues por primera vez se ponía al descubierto la pluriculturalidad y multietnicidad del país. Esta marcha puso los cimientos del actual Estado Plurinacional. Después de una intensa negociación, el Gobierno de Jaime Paz Zamora, reconoce los primeros 4 territorios indígenas a través de Decretos Supremos. Reconoce el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) (D.S. 22609); EL Territorio Indígena Sirionó (TIS) (D.S. 22610); dos territorios en el Bosque de Chimanes, el Territorio Chimane (TICH) y el Territorio Indígena Multiétnico (TIM) (D.S. 22611, así mismo emitió el D.S. 22612 para elaborar la Ley Indígena.

En la Segunda Marcha en 1996, logran el reconocimiento legal de las Tierras Comunitarias de Origen (TCO), a través de la Ley INRA y ahora los pueblos indígenas gozan de seguridad jurídica de sus territorios, sin embargo en la VIII marcha, en Chaparina, el anterior gobierno que se jactaba de ser indígena ordenó a la policía, golpear, amordazar y apalear a los dirigentes indígenas como si fueran vulgares delincuentes, después indicó que se rompió la cadena de mando y hasta ahora no se sabe quien autorizó esta golpiza; sin embargo felicitó y ascendió a cargos jerarquicos a quienes obedecieron la orden… Actualmente, los pueblos indígenas de tierras bajas se ven constantemente avasallados por los interculturales que gozan del apoyo del gobierno.

Hay que ver como la historia se repite en escenarios diferentes y con distintos actores que quieren a toda costa despojar de sus territorios a los pueblos indígenas, contaminan sus aguas, deforestan sus bosques y lo más trágico, le prenden fuego.

A tiempo de felicitar al Presidente Rodrigo Paz, hijo de quien otorgó los primeros 4 territorios indígenas a los originarios del Beni, que siga esta línea de respeto y apoyo a sus demandas socio económicas. Le pedimos desde el Beni que se terminen los privilegios y el tráfico de tierras. No queremos más proyectos sin la CONSULTA PREVIA A LOS INDIGENAS, no queremos más chaparinazos, no queremos que se contaminen nuestras aguas con el mercurio por la actividad minera, no queremos más quema de nuestros bosques, no queremos más avasallamiento de tierras por los mal llamados "interculturales", porque la interculturalidad está basada en el respeto y aceptación del otro, no de imposición como la manejan ellos.

En este día que celebramos la gesta libertaria de Pedro Ignacio Muiba, el pueblo beniano debe agradecer al escritor movima Antonio Carvalho Urey que revisando los archivos en Sucre, encontró información sobre Pedro Ignacio Muiba y escribió el libro: Pedro Ignacio Muiba el héroe (1996). También realizó gestiones como diputado suplente, para que el Estado reconozca a Pedro Ignacio Muiba como HEROE NACIONAL, lastimosamente en vida no logró ver este reconocimiento pues recién el año 2000 el Estado Nacional declara a Pedro Ignacio Muiba como héroe nacional. Por su parte, la Gobernación empieza a realizar actos cívicos en su nombre a partir de 2010.

Felicitamos a las autoridades departamentales y municipales, a los maestros que están incentivando a los estudiantes el conocimiento de nuestra historia por medio de trabajos de investigación y libros de autores benianos para fortalecer nuestra identidad cultural. Todos debemos sentirnos orgullosos y reconocer a Pedro Ignacio Muiba como el líder indígena mojeño que se rebeló contra el estado de opresión y nos da el mensaje de la libertad.

451 vistas