El bajón se distingue por su estructura de trompetas múltiples. Consiste en una serie de trompetas naturales, de distintos diámetros y longitudes, organizadas en una hilera decreciente que adopta una forma de ala. Cada trompeta está confeccionada a partir de tubos cónicos elaborados con hojas de palmera cusi (Atlalea speciosa) o jatata (Geonoma deversa). Estos tubos se cortan con un cuchillo conocido como tomaré y se enrollan en torno a una estructura básica hecha de cogollo de palmera, la cual actúa como soporte interno.

La construcción de cada trompeta requiere una técnica meticulosa. Las hojas se aseguran mediante ataduras de hilo de algodón, conocido localmente como hilo camba o itsepi tecajare, que se impregna en cera de abeja silvestre (Abeja Señorita, Tetragonisca angustula). Este proceso aumenta la resistencia del hilo y su adherencia. Las boquillas de las trompetas suelen ser torneadas en madera de cedro o tarara (Centrolobium microchaete), aunque anteriormente también se fabricaban con secciones de caña. Las trompetas se organizan en línea de mayor a menor y se sujetan con hilo camba a una banda de madera fina, conocida como la peineta, de aproximadamente 50 a 60 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho.

En la peineta, cada trompeta está marcada con la nota que produce, utilizando el sistema de notación alemán (C, D, E, F, G, A, H). La trompeta más larga puede medir hasta 160 centímetros, mientras que la más corta alcanza unos 39 centímetros. El tubo más largo generalmente cuenta con una base de caucho para proteger el extremo distal al colocarlo en el suelo.

Cada trompeta emite una única nota, creando una gama de sonidos que se organiza en una escala diatónica. Los bajones se dividen en dos tipos: macho, que generalmente cuenta con 10 tubos, y hembra, con 9 tubos. En ambos tipos, las trompetas están separadas por intervalos de tercera.

Actualmente, en algunas comunidades de la región, se encuentran dos variantes del bajón: el "bajón largo", con una configuración de 14 trompetas en el macho y 13 en la hembra, y el "bajón corto" o jerure, que incluye 7 trompetas en el macho y 6 en la hembra, con un tamaño significativamente menor.

La tradición de los bajones sigue viva en San Ignacio de Moxos, donde este instrumento continúa siendo un símbolo importante de la cultura musical local y un punto de orgullo para las comunidades de la región.