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El pensamiento crítico base fundamental para el cambio del modelo político

Autor: Dr. Alfredo Eduardo Mancilla Heredia, Ph. D Doctor en Economía. Posdoctoral en Currículo, Discurso y Formación de Investigadores

El pensamiento crítico base fundamental para el cambio del modelo político

La economía boliviana se ha sustentado históricamente en la explotación de recursos naturales, repitiendo un ciclo extractivista que ha dificultado la diversificación productiva y la industrialización. Si bien el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) intentó introducir elementos redistributivos y un rol activo del Estado, no logró transformar de fondo la matriz productiva. En este contexto, el pensamiento crítico no solo es deseable, sino imprescindible, como base epistemológica y práctica para el diseño de un nuevo paradigma económico.

La capacidad de analizar, reflexionar y cuestionar ideas, estructuras y discursos establecidos por parte de los agentes económicos, permite evaluar no solo los resultados cuantitativos de un modelo y sus implicaciones en el ciclo del PIB, sino también su impacto en la justicia social, la sostenibilidad ambiental y la soberanía nacional. En el caso boliviano, se trata de interrogar la lógica extractivista, la dependencia del gas y la minería, la restringida transparencia, informalidad, la economía sucia y la subordinación a intereses foráneos.

El actual modelo boliviano sigue anclado en la renta gasífera y minera, con déficit fiscal estructural, fuga de divisas y escasez de dólares, estancamiento productivo con pobreza de pensamiento estratégico.

Para transformar el modelo económico boliviano y ante el enigma, gestar un nuevo paradigma, implica que la sociedad promueva una reforma constitucional y educativa que fomente el pensamiento crítico emancipador, el fomento al diálogo entre saberes, la planificación participativa y una reforma institucional.

El pensamiento crítico no debe quedarse en la academia, tiene que traducir acciones concretas que se vinculen con la economía circular, la reorientación de los subsidios estatales hacia la innovación productiva, el rediseño del sistema educativo con énfasis en el desarrollo local, además del fomento de las cooperativas inteligentes e implementación de tecnologías sociales conjuntamente a la evaluación constante del impacto socioambiental de las políticas económicas.

Bolivia para enfocar sus reformas económicas, necesita gestar una transformación cultural con base en el desarrollo del pensamiento crítico y la implementación de una ruta de aprendizaje significativo que permita enfocar la economía del bienestar común enmarcada en la sostenibilidad ética y el fortalecimiento de su soberanía.

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