El universo también tiene un amigo que nunca sabe cuándo parar: “la nube de alcohol galáctica”
Por: Amyra Sanchez

Todos alguna vez hemos tenido al típico amigo borracho ( este individuo no es particularmente peculiar o difícil de encontrar). Algo increíblemente gracioso es que el universo también tiene a ese típico amigo que promete que no está borracho, solo que en este caso mide lo equivalente a mil sistemas solares.
¿Podrías imaginarte que el universo tiene su propio bar, con ingredientes repartidos entre las estrellas? Cerca del centro de nuestra galaxia, en la constelación denominada Sagitario B2, han descubierto una nube gigantesca de alcohol etílico flotando en el espacio. Esta nube, que mide más de mil veces el tamaño de nuestro sistema solar, contiene suficiente alcohol para llenar billones de copas… aunque, lamentablemente, para ti, mi querido y alcohólico lector, no es apto para tu consumo por mucho aguante que tengas.
Este hallazgo, además de ser increíblemente extraño, ofrece pistas sobre cómo se forman moléculas orgánicas complejas en el cosmos, y quizá incluso sobre el origen de la vida. ¿Te interesa saber sobre este bar espacial? Entonces, prepárate para un viaje donde los cuerpos espaciales se alocan un poco, mientras exploramos este fenómeno galáctico.
Esta nube gigante está ubicada cerca del núcleo de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que es conocida por ser una región rica en actividad estelar. Sagitario B2 es lo que los astrónomos comúnmente llaman un «núcleo caliente», donde el gas y el polvo son calentados por la radiación de las estrellas cercanas. Es este ambiente extremo el que permite que moléculas orgánicas complejas como el C₂H₅OH (alcohol etílico), pueden llegar a formarse.
El proceso detrás de estas moléculas es sorprendente. En las densas regiones de gas y polvo, los granos de polvo se podrían considerar como pequeños laboratorios químicos. Los átomos y moléculas se adhieren a la superficie de los granos, y ahí, impulsados por radiación ultravioleta o también con colisiones de alta energía, las moléculas comienzan a reaccionar y formar compuestos aún más complejos. Luego, estas moléculas son liberadas al espacio cuando estos mismos granos se calientan o son perturbados.
Más allá del alcohol etílico, Sagitario B2 contiene una variedad de moléculas orgánicas, como el formiato de etilo, que tiene un aroma bastante parecido al ron y a las frambuesas (Según he leído por ahí, No crean que soy una experta catando compuestos químicos). Esto nos puede llevar a hacernos preguntas como: ¿Cómo se forman los componentes básicos de la vida en el espacio exterior? Algunas hipótesis sugieren que estas nubes pueden ser una especie de «reservorios químicos» que abastecen a sistemas estelares jóvenes con moléculas orgánicas esenciales, contribuyendo potencialmente al desarrollo de la vida en planetas con similitud a la Tierra.
imagen representativa del alcohol etílico y el formiato de etilo, obtenida gracias a la inteligencia artificial incorporada de la página web Canva.
Este descubrimiento también plantea un desafío para los astrónomos. Misiones como Atacama Large Millimeter Array (ALMA) han sido claves para detectar y analizar este tipo de nubes, gracias a que es uno de los observatorios más avanzados del mundo para el estudio del universo y a que cuenta con la capacidad para observar en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.
Aquí concluye nuestro «paseito» por el bar más raro y descomunal de la galaxia conocida. Ahora que ya conoces este dato curioso, en tu próxima fiesta no olvides brindar por tu amigo galáctico desde el planeta Tierra. Y aún más importante, recuerda…El alcohol etílico y el formiato de etilo no se toman.