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EN BENI MUEREN 8.255 RESES, PESE A ELLO, GANADEROS GARANTIZAN ABASTECIMIENTO

La Federación de Ganaderos del Beni reporta que hasta el momento ya se han perdido 8.255 reses por efecto de las inundaciones y pese al panorama sombrío hacia el futuro el sector garantiza el abastecimiento de carne tanto para el mercado interno como para a exportación.

EN BENI MUEREN 8.255 RESES, PESE A ELLO, GANADEROS GARANTIZAN ABASTECIMIENTO

El director de la Federación de Ganaderos del Beni (Fegabeni), Bruno Fernando Boehne, advirtió que estas pérdidas pueden aumentar por las secuelas que van a dejar las inundaciones en lo posterior, ya que está en progreso y todavía no ha terminado.

“En este proceso esa es una cifra al momento; la inundación tiene tres facetas: cuando llega el agua, durante la presencia del agua en los campos y posteriormente la retirada de las aguas”, recalcó en una entrevista exclusiva con LA PALABRA DEL BENI.

Las secuelas suelen ser mayores porque cuando las aguas se retirar quedan los pastos con barro, el campo no está apropiado para que se alimente el ganado y las pérdidas suelen aumentar.

De acuerdo a un cálculo las pérdidas económicas hasta le fecha en el Beni ascienden a más de $us 34 millones por movilización, pérdidas de animales y otros factores. Al momento se han movilizado alrededor de 250 mil cabezas de ganado.

Boehme, segura que pese a esos datos negativos el abastecimiento de la carne de res está garantizado. “Este departamento lo va a seguir haciendo y produciendo tanto para alimentar al Beni y Bolivia como para poder seguir exportando, porque necesitamos exportar para poder traer divisas al país”, aseguró.  

FACTORES

El director de Fegabeni identificó una serie de factores y secuelas que están dejando las inundaciones registradas en la presente gestión.

Explicó que el acumulo de pérdidas económicas se dan por otros factores además de las muertes de las reses. En primer lugar, se produce la muerte del ternero, o sea la pérdida de los animales menores que en las inundaciones suelen desaparecer por completo.

Después se registra la pérdida del peso de los animales, eso representa una pérdida económica por la desnutrición debido a diversos motivos: porque se quedan en las lomas y les está llegando muy poco pasto; porque se los lleva a grandes distancias; y porque se amontona en ciertos lugares donde no es suficiente para que los animales puedan alimentarse bien.

“Eso tiene otro impacto económico que es el retraso en el desarrollo, el animal no crece no cumple ese ciclo que necesitamos los ganaderos para llevarlo al mercado”, explicó.

Otro factor es que ese retraso en el desarrollo también es un retraso en la pubertad de las hembras, las vaquillas que iban a preñarse que iban a entrar en condiciones para ser preñadas no van a poder gestar porque están flacas y no tienen las condiciones.

“Eso significa que el ganado en esas áreas afectadas va a sufrir un retraso en su pubertad y vamos a perder una generación de terneros en esa categoría. Eso representa una afectación económica muy grande”, explicó.

Otro factor es que el ganado gordo pierde peso, y aunque haya estado listo para ser comercializado, por ese hecho va a tener que esperar entre ocho a nueve meses para para recuperar peso y volver a estar en condiciones para ser comercializado. “Esas son divisas que van a dejar de circular en el mercado beniano, por lo que también tiene un impacto económico grande”.

Y la última de las afectaciones directas, son los abortos, las vacas flacas abortan por que no pueden retener un feto porque necesitan alimentarse y ese ternero que ya estaba en gestación, que ya estaba listo para producir es abortado.

“Lo que tenemos que entender es que hay una secuela a parte de las pérdidas directas, hay una secuela y unas pérdidas economías muy granes en la ganadería y por ende en la economía del Beni”, lamentó.

DESATENCIÓN

Boehme lamentó que hasta el momento las acciones de salvataje necesarias para salvar el gano son insuficientes porque no cuenta con pontones, menos con carreteras y caminos.

“Desgraciadamente las carreteras del Beni están completamente desatendidas, ya no se le ha hecho mantenimiento rutinario, que es una obligación del gobierno central. Y eso ha perjudicado grandemente y obviamente (a eso se añade la falta de combustible”, explicó.

Agregó que el ganadero necesita acciones inmediatas ya que no puede esperar haciendo cola en los surtidores para cargar diésel, uno, dos días o una semana.

Lamentó que el gobierno culpe al sector de se cómplices del alza del precio de la res e incluso del contrabando de combustible, cuando debía ayudar a buscar soluciones para el desarrollo del sector productivo. 

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