Cerrando el “Día de Muertos”, activistas desde Trinidad, hacen recuerdo a las autoridades, que, en nuestro país, todos los días es “Día de Muertas”, pues una mujer es asesinada cada 56 horas por el hecho de ser mujer. Y les recuerdan que, hasta inicios del mes pasado, se contabilizaban 76 feminicidios en Bolivia.

“Nuestras muertas, son mujeres asesinadas por el Estado Boliviano, asesinadas por la burocracia, por la negligencia de policías, jueces, y de todo el sistema judicial que se vende al poder o al mejor postor, asesinadas por la incapacidad de las autoridades, por la falta de fuentes laborales estableces y con ingresos decentes” comentaban las conductoras del Podcast Amazónicas Rebeldes.

¿Qué hay detrás de nuestras muertas? Es la pregunta que hoy deberían estar realizándose quienes administran nuestro Estado. El feminicidio, considerado la máxima expresión, o el punto más alto de la violencia machista y patriarcal, no es un hecho aislado, individual o fortuito, sino el final de un camino plagado de violencia estructural y sistemática.

En Bolivia, hasta agosto del 2024 se registraron un total de 30 mil denuncias por violencia, de las cuales ocupaba el primer puesto las denuncias por violencia familiar o doméstica, el segundo lugar las denuncias por delitos de índole sexual: desde abusos sexuales, violaciones a mujeres adultas, violaciones a niños, niñas y adolescentes, hasta estupro. Del total de las denuncias, 11450 pertenecían a casos de violencia sexual, lo que nos dice que, en nuestro país, por día, 31 niñas, niños, mujeres jóvenes y adultas son víctimas de abusos o violaciones.

Durante un conversatorio realizado hace un par de semanas, la abogada India Reque, una de las expositoras, decía “los datos que podemos leer en fuentes oficiales del Ministerio Público, son solamente los que llegan a ser considerados oficiales, pero también están los casos denunciados que no llegan a ser contabilizados, y luego, mas allá, los casos de violencia que no llegan a ser denunciados o que desisten de la denuncia en el camino”.

Centrándonos en el contexto departamental, y local, sabemos que diario, por oficina de abogado se atienden mínimo 5 casos sobre violencia, en Trinidad dentro de los procesos de violencia se requiere valoración psicológica, y el equipo multidisciplinario encargado de esas valoraciones no cuenta con más de 2 psicólogos/as, por cual existe una sobre saturación de casos, lo que obliga a agendar atenciones que a veces tardan más de una semana. Otra arista importante en esta situación, es la re victimización que sufren quienes deciden denunciar, la falta de acciones que realmente den cumplimiento a las medidas de protección que la Ley establecen deben otorgarse a la víctima.

 “Nos hallamos ante funcionarios que no toman la denuncia, en algunas ocasiones, en otras, hacen transitar a las víctimas de una oficina a otra, de una institución a otra para poder realizar su denuncia, ante victimas cuyas medidas de protección les han otorgado se quedan escritas en el papel, porque los agresores siguen acosándolas, persiguiéndolas y la policía no atiende sus llamados a menos que estén sufriendo una agresión” declaraba una de las integrantes del Colectivo Las Lorenzas.