En tres meses, Bolivia fue azotada con 272 conflictos; temen un recrudecimiento

MOVILIZACIONES. El responsable del área de Monitoreo y Análisis de Conflictos de la Fundación UNIR, Huáscar Pacheco, adelantó que el nivel de conflictos registrados en abril de este año puede superar las cifras de los tres primeros meses

En tres meses, Bolivia fue azotada con  272 conflictos; temen un recrudecimiento

Redacción Central/eldeber.com/Yolanda Mamani Cayo.- Entre enero y marzo de este 2024, en Bolivia se registraron 272 conflictos sociales, de distintos sectores sociales que realizaron bloqueos de caminos, marchas, huelgas, entre otras acciones de protesta en defensa de sus demandas. La mayor parte de estas movilizaciones tienen tinte político porque fueron impulsadas desde la línea radical del MAS en contra de la prórroga de magistrados judiciales, pero también las protestas se dan por la difícil situación económica del país y en contra de las medidas gubernamentales.

 

Los datos provienen de estudios proporcionados a El Deber por la Fundación UNIR, que realiza un análisis de la conflictividad en Bolivia. Este estudio identifica dos principales factores que impulsan estas acciones: primero están las protestas por la situación económica y la administración estatal, y segundo, la mayoría de los conflictos por esas demandas, fueron impulsadas y realizadas por las facciones radicales del Movimiento Al Socialismo (MAS), lideradas por el expresidente Evo Morales.

 

Al respecto, el sector privado productivo del país, expresa su alarma por estas acciones y rechaza cualquier tipo de movilización de protesta ya que afecta a toda la cadena productiva del país que va desde los agricultores, transportistas hasta el sector agroindustrial.

 

 

Análisis de los conflictos. Los estudios de la entidad identifican como un punto principal de los conflictos suscitados en los primeros meses de 2024, las acciones impulsadas por grupos afines al expresidente Evo Morales del Movimiento Al Socialismo (MAS), que generaron protestas, sobre todo en los departamentos del eje troncal del país, en especial, en los meses de enero y febrero.

 

El motivo principal de estas protestas fue la prórroga de mandato de los magistrados y consejeros del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional que culminaron su mandato constitucional de seis años, el 31 de diciembre de 2023. Estas acciones de protesta afectaron a la economía del país, a la vez que también ocasionaron otras protestas de grupos afines al Gobierno, como respuesta a las movilizaciones de sectores antigubernamentales.

 

 

De los 272 conflictos registrados entre enero y marzo de este año, UNIR destaca que en enero se registraron 85 conflictos a escala nacional, y la mayoría de los mismos ocasionó “la afectación económica provocada por los bloqueos carreteros efectuados por seguidores de Evo Morales ante la prórroga del mandato de magistrados”.

 

Esta medida tuvo una inmediata respuesta desde sectores que apoyan el oficialismo como el transporte pesado nacional e internacional, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) afín al Gobierno, productores de leche, gremiales y otros actores que salieron a las calles protestando porque durante más de dos semanas en enero, se impidió la libre circulación de personas y mercadería.

 

 

“Como expresión de la división interna y del desgaste del MAS, los conflictos ideológico-políticos están adquiriendo creciente notoriedad. Las protestas convocadas por Evo Morales en rechazo a la prórroga del mandato de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental y del Consejo de la Magistratura –lo cual no favorece sus aspiraciones presidenciales– movilizaron al Pacto de Unidad y a la Csutcb afines al expresidente, así como a los cocaleros del trópico cochabambino.

 

También hubo movilizaciones del Pacto de Unidad y de la Csutcb que respaldan a Luis Arce y de otros actores en rechazo a los bloqueos. En Oruro se produjo un enfrentamiento entre ambos bandos por la elección de la directiva de la Brigada Parlamentaria”, refiere el estudio. Estas movilizaciones, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, ocasionaron un daño económico que sobrepasaría los 1.000 millones de dólares.

 

Pero además de ese tema, también se generaron conflictos por la deficiente gestión pública como la conclusión del Hospital del Niño en Cochabamba, el mantenimiento de la infraestructura de la Maternidad Percy Borland en Santa Cruz, la crisis hídrica en Potosí y las inundaciones en Los Yungas de La Paz y en regiones de Cochabamba.

 

Pero, superior a esas demandas, adquirieron creciente notoriedad los conflictos ideológico políticos como una “expresión de la división interna y del desgaste del MAS”. Las protestas contra los magistrados prorrogados fueron empleadas en los conflictos internos del partido.

 

“Si bien la prórroga del mandato de magistrados es ampliamente percibida como un acto ilegítimo, también se advierte que el conflicto es resultado del interés político de un sector del MAS y no de una preocupación genuina por la idoneidad del órgano de justicia. Estando relativamente próximas las elecciones nacionales es previsible que este tipo de conflictos se multiplique”, vaticina el estudio de UNIR.

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