Escasez de combustible agota al sector ganadero y encarece la carne en Trinidad
La falta de diésel y gasolina está generando una crisis sin precedentes en el sector ganadero del Beni, según denunció Marco Antonio Gutiérrez, secretario general de la Federación de Ganaderos del Beni (FEGABENI).

Esta situación está dificultando el traslado del ganado desde las regiones de Moxos y Yacuma hacia Trinidad, lo que a su vez está provocando un incremento en el precio de la carne y afectando la economía de las familias benianas.
“No estamos abasteciendo de combustibles, hecho que nos afecta grandemente, no solamente a nosotros, sino también a la ama de casa. Vemos lo difícil que es traer carne a Trinidad, porque normalmente las cuencas que abastecen de carne de primera es Mojos y Yacuma, y no existe diésel para que los camiones puedan transportar hasta el lugar”, señaló.
La escasez de combustible ha generado una cadena de efectos negativos, no solo en el abastecimiento de carne, sino también en la seguridad jurídica del sector ganadero.
“Estamos en estado de emergencia, no solamente por el abastecimiento de la carne, sino también por la inseguridad jurídica que existe para nuestro sector en el país con normas que violan los derechos constitucionales de todos los ganaderos”, enfatizó Gutiérrez.
El dirigente ganadero indicó que el precio de la carne de res ha experimentado un incremento considerable en los últimos meses, especialmente en los cortes más demandados.
“Depende del sentido de humor de los comerciantes de la carne, para decirlo claramente. En unos friales está desde 36 pesos hasta algunos supermercados en 44 bolivianos el kilo de carne primera”, explicó al mencionar que el kilo gancho en los mataderos varía de acuerdo a la oferta y la demanda.
Gutiérrez aclaró que el incremento se debe principalmente al encarecimiento de los costos de producción y transporte, y no a una especulación por parte de los productores. “Los ganaderos somos también víctimas”, afirmó.
Asimismo, el dirigente ganadero hizo un llamado a las autoridades a revisar las normativas que afectan al sector ganadero y a garantizar la seguridad jurídica de los productores.
“Estamos en una crisis realmente preocupante, y peor aún con las normas que está acercando el gobierno, que atentan directamente con la propiedad privada”, concluyó.