Desde tempranas horas de la mañana, las filas se extendían en las principales distribuidoras de la ciudad. Vecinos desesperados, con garrafas en mano, esperaban pacientemente su turno para adquirir el combustible esencial para cocinar.

"Es una situación que nos hace perder tiempo porque tenemos que esperar que nos atiendan", expresó Carmelo Barrios, uno de los afectados.

La escasez de GLP ha generado malestar entre la población, que ha visto afectada su rutina diaria.  Según la administración de Rogas, la escasez se debe a retrasos en el envasado del GLP en la planta de YPFB. A pesar de comercializar 1.600 garrafas diariamente, la demanda ha superado la oferta en los últimos días.

“Dicen que nos van a vender dos garrafas por persona. Nos dicen que nos van atender a todos”, dijo otro vecino que hacía fila en la agencia distribuidora Rogas, situado en lateral interno de la circunvalación.