Se esa manera se confirma la magnitud de la emergencia que arrasó viviendas, cultivos y animales en comunidades de San Mateo, Los Puentes y Mangalito, parte del municipio trinitario.

La asistencia consiste en el desembolso de un bono de Bs 686 por familia, destinado a garantizar la compra de alimentos y a aliviar la etapa de recuperación.

Los listados fueron verificados junto a las comunidades y las cifras publicadas en transparencia, certificando un proceso claro y responsable. Esto permite que el acompañamiento de las organizaciones internacionales de certeza a la población afectada por el desastre natural.

 El PMA, Cáritas y agencias de Naciones Unidas ratificaron la existencia del desastre y su impacto en más de mil hogares trinitarios.

Esta verificación desmiente las acusaciones políticas que intentaron minimizar la tragedia. Para los afectados el aluvión fue real, las pérdidas fueron devastadoras y la ayuda humanitaria es hoy el único alivio concreto en la vida de cientos de familias.

TESTIMONIOS

“Perdimos nuestra yuca, nuestro maíz lo tapó el agua, y hasta los animalitos murieron o se los robaba el bicho”, recordó, Eudocia Torres, de San Mateo.

 “Sí hubo aluvión, perdimos todo”, aseveró con certeza, Jefry Soliz, comunario de Los Puentes.

En Mangalito, María Isabel Moye recordó cómo el desastre los obligó a abandonar viviendas y sembradíos.

 Para Regina Moye, el bono significa un respiro: “No tenemos nada, esto nos ayudará a comprar alimentos para sostenernos”.