Flow: Es posible re inventar el cine
Por: Ricardo Gutiérrez

Estamos acostumbrados a las grandes producciones del cine americano, Los Vengadores, Intesamente, Mohana 2, películas que están hechas para gustar y en algunos casos para ganar premios. El 2024 Robot Salvaje, hizo llorar a miles de personas y se perfilo para ser la ganadora de todos los premios este 2025, se sentía nueva y fresca, en el mar de enlatados que el cine de Hollywood nos está empezando a dar cada vez con mayor frecuencia.
Los Globos de Oro, el preludio al Oscar, esperaban que el premio a mejor película le llegue a una de estas producciones americanas, pero no, la gran sorpresa fue una película Europa, de animación sin diálogos, Flow, una obra de arte que nos enseña que hasta en el cine, puede haber re invención.
¿Cómo reinventar la belleza? Flow se las juega por una película protagonizada por animales siendo animales, no te cuenta más de lo necesario y te deja pensar, te deja sacar tus propias conclusiones, interpretar desde tu subjetividad las acciones de las personas, ah, por cierto, los personajes son animales que se juntan para sobrevivir en un mundo donde los humanos se extinguieron.
Un gato, un perro, un ave, un lémur, y una capibara, sí, una capibara, emprenden el viaje por sobrevivir en una gran inundación, no hablan, no se humanizan, son animales que desarrollan su instinto de sobrevivencia, es una premisa tan sencilla, que resulta hermosa.
La animación, se las juega por una técnica nueva, los silencios, el agua, la comunicación no verbal, mantienen a los espectadores, incluyendo a los niños, al vilo de la emoción, haciendo incluso que, en algún momento, alguno lloré por lo que aparentemente está sucediendo en la trama.
Que lindo encontrar una película que se aleja de las fórmulas sencillas y juega por una nueva propuesta, que lindo encontrar una película que te da algo más que los lugares sencillos, y que además puede tocarte el corazón.
Estamos ante un fenómeno que aparece cada diez años, cambia el cine y nos permite entender, que la belleza del séptimo arte, no reside en las grandes explosiones ni en las modelos de moda, sino en la capacidad de transmitir emociones con las imágenes, simples, humildes, sin pretensión.
Si no viste Flow todavía, hacete un favor, y vela, después, entenderás lo que digo.