Fuego descontrolado en el Beni: Voluntarios combaten una crisis ambiental sin precedentes
La situación en el departamento del Beni se agrava día a día debido a los incendios forestales que arrasan con miles de hectáreas de bosques, fauna silvestre y cultivos.
Los voluntarios de la Cruz Roja Boliviana Filial Guayaramerín, en la provincia Vaca Díez, respondieron al llamado de emergencia activando a su Unidad de Bomberos Forestales.
Tras horas de intensa lucha en la noche, lograron sofocar 10 focos de calor, cada uno de entre 5 y 8 kilómetros de extensión, en la carretera que conduce hacia Puerto Siles.
La devastación es incalculable. Durante las labores de control, los voluntarios lograron rescatar a dos terneros y un caballo, pero la realidad es que muchos animales no corrieron con la misma suerte. Se encontraron animales silvestres calcinados por las llamas, víctimas de un fuego incontrolable que no discrimina entre la vida salvaje y los animales domésticos. La flora y fauna están siendo destruidas a pasos acelerados, y las consecuencias sobre el equilibrio ecológico de la región son cada vez más profundas.
No solo la naturaleza está pagando un alto precio: las familias campesinas, que dependen de sus tierras y animales para sobrevivir, sufren las consecuencias directas de estos incendios incesantes. Las pérdidas económicas son cuantiosas, y la salud de la población también se ve gravemente afectada por la contaminación del aire, con la densa humareda que cubre gran parte del municipio.
A pesar de la valentía, preparación y esfuerzo inagotable de los voluntarios, que arriesgan sus vidas para contener el desastre, los incendios continúan avanzando. La magnitud del problema ha superado los recursos disponibles, y la situación se torna cada vez más desesperada.
"A pesar de nuestros esfuerzos, necesitamos urgentemente apoyo para continuar combatiendo estos incendios que no cesan", declaró uno de los responsables de la Cruz Roja.
El departamento del Beni está atravesando una de las peores crisis medioambientales de los últimos años. La sequía prolongada, los vientos y la falta de lluvias han creado el escenario perfecto para que el fuego se propague rápidamente, dificultando los esfuerzos por controlarlo. Los expertos advierten que si no se toman medidas inmediatas, el impacto sobre el ecosistema será irreversible.
La Cruz Roja Boliviana hace un llamado a la solidaridad de la población y a las autoridades locales y nacionales para que se sumen a esta lucha contra los incendios. Se requiere apoyo logístico, equipos especializados, recursos y la colaboración de todos los sectores para frenar esta catástrofe que afecta no solo al Beni, sino a toda Bolivia.