El proceso, realizado en Trinidad, incluyó la destrucción de 428 kilos 506 gramos de cocaína, y se enmarca en el cumplimiento estricto de la normativa vigente que exige la destrucción de sustancias secuestradas en un plazo máximo de seis días.

Destacaron que "este procedimiento no solo es un mandato legal, sino una acción clave en la lucha contra el narcotráfico, asegurando que estas sustancias no vuelvan a ingresar al mercado ilícito.

Durante el acto, se realizaron nuevas verificaciones de pesaje, se firmaron actas correspondientes y se llevaron a cabo pruebas de campo para garantizar la transparencia y legalidad de la operación.

Adicionalmente, el 18 de agosto se procedió a la destrucción de 416 kilos 050 gramos de clorhidrato de cocaína, siguiendo el mismo protocolo de verificación y destrucción en presencia de autoridades competentes.

El proceso de destrucción de estas sustancias demuestra el compromiso continuo de las autoridades en la erradicación del narcotráfico y en la implementación de medidas rigurosas para combatir el tráfico de drogas. La coordinación entre las diferentes instituciones y la rigurosidad en el cumplimiento de estos procedimientos son esenciales para el éxito de estas operaciones.