Con un equipo lleno de jóvenes talentosos, la selección beniana llegó a las instancias finales luego de una fase de grupos complicada. Aunque comenzó con una derrota, supo levantar cabeza y dejó en el camino a los equipos de Tarija y Chuquisaca, demostrando su capacidad de reacción.

En la semifinal, bajo la dirección del entrenador Rufino Montenegro, el equipo beniano no solo se hizo respetar, sino que consiguió una victoria por la mínima diferencia ante La Paz, asegurando su lugar en la gran final.

Este domingo, el equipo se enfrentó a Santa Cruz por el título, un rival de gran jerarquía y muy difícil de superar. El primer tiempo fue equilibrado, con ambas selecciones sin poder marcar, lo que dejó el marcador en cero al descanso. Sin embargo, en el segundo tiempo, Beni intentó tomar la iniciativa, pero una desinteligencia defensiva permitió que Santa Cruz se adelantara en el marcador. Posteriormente, el rival logró el 2-0 definitivo, llevándose el trofeo.