Cultura

IDENTIDAD CULTURAL BENIANA

Por Daniel Bogado Egüez

IDENTIDAD CULTURAL BENIANA

Ahora que se aproxima la Chope Piesta Santísima Trinidad, nuevamente los establecimientos educativos están realizando sus elecciones de moperitas y los colegios y universidades se visten de coloridos tipoyes y blancas camijetas al son de bombillas bailan diferentes danzas para fortalecer su identidad cultural trinitaria.

También está de moda hablar de cultura, de identidad, pero, ¿qué es la identidad cultural? Es el conjunto de creencias, valores, símbolos, mitos y ritos que comparte un determinado grupo, que posibilita un sentimiento de pertenencia y lo hace diferente a otros grupos sociales.

A decir de Jaime Fisher en Molina (2002), la identidad cultural es el sentido de pertenencia a un determinado grupo social y es un criterio para diferenciarse de la otredad colectiva. La cultura se expresa de dos maneras a través de elementos materiales como la vivienda, herramientas, armas, vestimenta y danzas, también a través de elementos inmateriales como las cosmovisiones, idiomas, música, creencias y valores.

En las danzas se fusionan ambos elementos, la música y el baile, ambos presentados con ritmo, vestimenta y coreografía adecuada, expresan el ser y sentir de un grupo particular.

La identidad cultural requiere de dos elementos:  El sentido de pertenencia o adscripción a un grupo y la aceptación del grupo o la colectividad. De nada sirve que una persona diga: “yo soy beniano (a)” si el grupo no lo reconoce como tal. Eso pasa con los hijos de migrantes nacidos en el departamento que no es de origen.  La identidad es el sello que hace diferente al otro. La Identidad cultural también es alma, espíritu, amor por su tierra, es una meta común y acuerdo en lo fundamental para lograr el desarrollo. Es identificación plena con el pasado, el presente y el porvenir de una sociedad (José Antonio Luna Neyra).

A los benianos, a nivel nacional nos han etiquetado como “camba beniano”, para diferenciarnos de Santa Cruz y Pando. Sin embargo, en el departamento del Beni no existe un centro poblado ni sector económico que hegemonice o represente la identidad del camba beniano (a), al contrario, existen 19 municipios, algunos con el número de habitantes más o menos iguales y con enclaves económicos diferentes, pero con características similares. En este marco se han configurado las diferentes identidades locales fuertemente abigarradas, desvinculadas con la capital Trinidad y con un marcado regionalismo provincial y/o local (Molina, Soleto, 2002).

Por eso, la identidad mojeña, ahora identidad beniana, Tiene que ver con nuestro proceso histórico: La Cultura prehispánica (obras hidráulicas) y la Época jesuítica (Idioma, Cabildo Arte, actividades productivas), Época Republicana.

Para fortalecer la identidad beniana es necesario establecer oficialmente que la historia del Beni no se inicia con las misiones jesuíticas, sino con la cultura milenaria. ¿Acaso no cambiaría la percepción de nuestra identidad si todos los benianos nos sintiéramos orgullosos de un pasado milenario glorioso? Y no es por añorar, si no que la cultura es un proceso dinámico de construcción, pero para construir se requiere de un cimiento sólido y ese cimiento lo encontramos en la cultura prehispánica, raíces culturales del actual camba beniano así los afirman los científicos Denvevan, Erikson, Michel, Lombardo, Prûmers, Jaimes, Lee y otros. Sin embargo, la historia oficial se encargó de desprestigiar lo indígena y llamarlos despectivamente como “barbaros”, “borrachos”, “flojos” “politeístas” “sin cultura”.

Que diferente haya sido nuestra autoestima, si en la escuela y colegio nos hayan enseñado desde niños que nuestros orígenes se encuentran en la cultura prehispánica de Moxos. Culturas indígenas que implantaron un sistema hidráulico a través de la construcción de lomas artificiales donde se guarecían de las inundaciones periódicas. Construyeron terraplenes que eran diques de contención para época de lluvias y carreteras para tiempo seco. Que hicieron lagunas para almacenar agua para tiempo seco. Que hicieron canales para acortar distancia en los ríos. Que cultivaron en camellones diferentes productos agrícolas como la yuca. Y hablando de yuca es el cultivo originario que marca nuestra identidad cultural. Por eso al alimento con queso o charque no debemos llamar sonso, sino masaco. Porque el masaco de yuca es el alimento ancestral con la yuca y complementado con el queso y carne por la intromisión del ganado que trajo el jesuita Cipriano Barace. El plátano hay estudios que indican que los negros africanos lo introdujeron al Caribe. Aunque el científico Lombardo indica que existía una especie de plátano criollo.   En cuanto a danza ancestral mantenemos como ícono de nuestra identidad a los macheteros que simbolizan con su plumaje al sol. También están los Achus, el sol, la luna, los tigres, cabitu cusiri.

Pero también, se tiene que tomar en cuenta que la cultura reduccional jesuítica se convierte en el complemento de nuestra identidad cultural, pues nos trajo el idioma castellano por el cual nos comunicamos todos. Instituyeron los cabildos indigenales que aún tienen presencia en algunos pueblos sobre todo en San Ignacio de Moxos que es el espíritu de la Ichapekene Piesta.

 Los Jesuitas enseñaron las artes, la música y la fabricación de instrumentos como lo expresan y difunden nuestros embajadores culturales Ensamble Moxos. Trajeron la religión católica que se convierte en la fe y devoción a los santos y santas en las fiestas patronales y todas las autoridades, estudiantes y pueblo en general expresan su pertenencia y lo festejan en la novena, jocheo de toros, palo encebao, juego de sortijas y los jóvenes  a través de las diferentes danzas religiosas como los toritos, las mamas, las Abadesas, las Mózoras, los Angelitos, Herodes, los Judas, los obispos, el barco y las danzas estilizadas propias de la creación de profesores y estudiantes. 

Entonces nuestra identidad cultural beniana se nutre de estas dos fuentes históricas, la cultura prehispánica y la cultura reduccional jesuítica. Fusionadas ambas dan origen y sentido a nuestra identidad cultural beniana. Por tanto, en la medida que promovamos ambas culturas, estamos fortaleciendo y difundiendo nuestra identidad cultural.

En este sentido, planteamos elaborar programas de educación regionalizada, con un tronco curricular departamental para que los estudiantes sepan desde pequeños cuáles son nuestros orígenes y puedan valorar y respetar las culturas étnicas que aún perviven en el Beni (Lijerón Arnaldo,2001). Es decir, contar la historia desde la época prehispánica, jesuítica y republicana, con una perspectiva, más integradora, amplia y con argumentos sólidos basados en estudios arqueológicos para la cultura prehispánica y crónicas y bibliografía sobre la cultura reduccional de mojos. De esta manera todos los benianos reafirmarán su identidad cultural y no tendrán necesidad de crearse o inventarse nuevos paradigmas para sentirse identificados con su tierra beniana.

432 vistas