Riberalta, ubicada en la provincia Vaca Díez, declaró estado de desastre debido a los devastadores incendios forestales y la prolongada sequía que afectan a esta región del departamento del Beni. Esta grave situación ha generado serias preocupaciones en la población, especialmente entre sus representantes.

El diputado Marcelo Taboada expresó su inquietud señalando que “es un momento donde se pone a prueba la capacidad de reacción ante estas emergencias, pero no se cuenta con el equipamiento suficiente para afrontar fenómenos como el que se registra actualmente”.

Enfatizó la gravedad de la situación al recordar que “Riberalta no vive esto hace más de 15 años”, y lamentó la falta de preparación para enfrentar esta crisis.

El diputado hizo un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales, afirmando que “no tenemos equipamiento, no tenemos carros de bomberos, no tenemos personal capacitado para paliar esta crisis”.

A pesar del esfuerzo de la población, que incluye a estudiantes y docentes, la falta de recursos es alarmante.

“Necesitamos reacción inmediata de los tres niveles: del municipio, de la gobernación y del gobierno central, para traer equipamiento”, sostuvo a tiempo de hacer un llamado a la colaboración del sector privado, indicando que “la empresa privada también debería apoyarnos en esto y entre todos juntos luchar en esta crisis medioambiental que estamos viviendo en Riberalta”.

La situación en Riberalta es crítica y requiere la atención inmediata de todas las partes involucradas para salvar la salud y el bienestar de la población, así como para proteger el medio ambiente de esta región vital.

La situación de contaminación por humo en Riberalta continúa siendo preocupante, obligando a las autoridades municipales a mantener la modalidad de educación virtual en las unidades educativas. A pesar de algunas mejoras en las últimas horas, la densa humareda sigue siendo perceptible en la ciudad, poniendo en riesgo la salud de los estudiantes.

La decisión de implementar la educación virtual fue tomada como medida preventiva para proteger la salud de los niños y adolescentes de los efectos nocivos de la contaminación del aire, causada principalmente por los incendios forestales que azotan la región. Las partículas en suspensión y los gases tóxicos presentes en el humo pueden provocar enfermedades respiratorias, alergias y otras complicaciones de salud.