El director del Hospital Materno Infantil “Reidun Roine”, Marcelo  Fischer Vargas, informó la inédita operación de  un niño de siete días de nacido en Riberalta  el cual presenta un problema de obstrucción en el aparato digestivo.

“Nació bajo alto riesgo obstétrico, tenía el abdomen abombado, se hicieron los exámenes complementarios y se detectó una obstrucción mecánica a nivel del aparato digestivo”, indicó.

Además de la obstrucción se detectó una hernia, sufrimiento de tejido con necrosis, lo que impedía que los alimentos sean digeridos de forma adecuada.

Ante esa situación se planteó realizar la intervención en ese nosocomio de segundo nivel, pero el médico que hace su Año de Servicio Obligatorio (ASO)   prefirió evacuar al neonato a la ciudad de Trinidad, pero debido a     que la familia no tenía dinero para cubrir el costo de transporte no fue posible.

Continuando con las gestiones para que el neonato sea operado se invitó al cirujano pediatra Laurean Ramírez, médico ASO que trabaja en Trinidad, el cual se constituyó en Riberalta.

“La cirugía duró más de 4 horas, es la primera vez que se opera un recién nacido en nuestro hospital, la voluntad de todos los equipos de quirófano, neonatología y en general se hizo todo por salvarlo, esto nos demuestra que debemos ser un hospital resolutivo”, manifestó.

El galeno, explicó que después de la intervención quirúrgica el bebé cambió  de color en su piel y se encuentra estable, ya no tiene sufrimiento de tejido, porque el intestino se rotó sobre su eje provocando una necrosis (muerte de tejido).

El equipo  estuvo conformado por Liz Malena Peña, responsable de Neonatología;  Mónica Ledezma, responsable de Cirugía del hospital; Laurean Ramírez, cirujano pediatra; Olga Paniagua, responsable de Anestesia; Jackeline Tuchani, trabajo social; Amparo Arredondo, instrumentadora.

Vargas, dijo que en los 10 años que tiene el servicio de Neonatología es la primera vez que realizó ese tipo de intervención en ese nosocomio.

“Se dio la autorización correspondiente, era a ganar o a perder, no íbamos a quedarnos con brazos cruzados y esperar que el niño fallezca, gracias a Dios el Dr. Ramírez, de Trinidad, vino ayudó, compartió la experiencia con nuestro cirujano”, dijo.

Comentó que el ventilador, las bombas de infusión, el monitor fueron donados el año pasado por la Iglesia de Los Santos de los Últimos días, mientras que la cervocuna y otros  equipos tienen más de 8 años de vida.

Hizo notar las limitaciones en cuanto a equipamiento médico quirúrgico, es por eso que prácticamente trabajan con base a las donaciones que reciben.