Señaló que él y otros vecinos de la comunidad perdieron entre el 80% y 100% de su producción, lo que compromete su alimentación y sustento económico para el resto del año.

“Esta inundación nos ha sorprendido, creíamos que iba a ser poco,(…), sembramos hasta los últimos, sembramos maíz que ya estaba queriendo florecer, y nuestro plátano, hoy recién primer corte y lo demás pues se va a fregar”, se lamentó.

Céspedes explicó que no esperaban una crecida tan intensa, por lo que sembraron maíz, yuca, plátano y papaya en la temporada habitual. Sin embargo, la inundación llegó de forma repentina y afectó las plantas antes de que pudieran ser cosechadas.

El agricultor detalló que el impacto económico es grave, ya que estas cosechas representaban la principal fuente de ingreso y alimentación para su familia, agregó que en muchos casos no lograron salvar ni siquiera las ramas o semillas, lo que dificultará volver a sembrar en el corto plazo.

Finalmente, manifestó su preocupación por el futuro, ya que temen que en los próximos años las inundaciones sean más fuertes. Pidió apoyo urgente para las familias afectadas, tanto con ayuda alimentaria como con insumos para reactivar la producción agrícola.