Su mayor logro deportivo ha sido obtener dos medallas internacionales. “En cada campeonato doy todo mi esfuerzo para estar en el podio y disfruto cada momento”, comenta Ivette. Para ella, celebrar el Día de la Mujer Boliviana significa orgullo y reconocimiento, demostrando que se puede ser estudiante, deportista, responsable y disciplinada al mismo tiempo.

Ivette contribuye al deporte boliviano inspirando a otras niñas con su ejemplo, esfuerzo y disciplina. “Siempre doy lo mejor y defiendo mi bandera con honor en cada competencia internacional”, afirma. Uno de sus desafíos es ser más fuerte y demostrar, incluso a mí misma, que puedo llegar lejos, cumpliendo todas sus metas.

Entre sus inspiraciones están su madre, Rina Esther Núñez Camacho, y las leyendas del karate mundial como Valentina Toro, Yoryeli Salazar y Anzhelika Turliaga. El deporte le ha brindado oportunidades para crecer y la motivación para lograr más triunfos para su ciudad, departamento y país.

Este año, Ivette conquistó la medalla de oro en el Campeonato Sudamericano de Karate en Recife, Brasil, consolidándose como un referente del karate nacional. Su mensaje a las jóvenes es claro: “Ten sueños, fija metas y trabaja duro para cumplirlas”, demostrando que con esfuerzo y pasión todo es posible.