San Ignacio/Mojosconecta.- "He visto y aprendido otras técnicas para el tallado en madera. Para mí, fue importante estar rodeado de artistas con mucha trayectoria, tanto a nivel nacional como internacional, en el simposio. Estoy muy contento y agradecido", con estas palabras el tallador Juan Carlos Noe resumió su participación en el X Simposio Internacional del Tallado, realizado en Santa Cruz.

A pesar del intenso frío que reinaba en Santa Cruz, Noe destacó que "este era el reto de mostrar lo que yo sé y lo logré. Lo mejor de todo es que terminé mi obra en cuatro días, fue en un tiempo rápido".

Juan Carlos Noe fue uno de los cinco concursantes en este simposio, que se desarrolló del 22 al 25 de mayo, organizado por Casa Design Center. Las hábiles manos del tallador moldearon en el tronco de cupesí al Guardián de la Amazonia, personalizado en el Ángel Ignaciano con rostro de enojo, cuidando a un pequeño oso y sosteniendo una tortuga en una de sus manos.

Noe lleva seis años ejerciendo el tallado de manera autodidacta, complementado por algunos cursos cortos a nivel departamental y uno realizado en Italia, que considera el más importante. El ganador del simposio fue Mamani, quien lleva 19 años realizando tallados, tiene formación académica y ejerce la docencia.

"Me vine satisfecho de haber cumplido con mi obra. De los otros artistas aprendí mucho, especialmente el manejo de otras herramientas. Cada uno tiene su propia técnica y fue un intercambio de experiencias importante para mí", relató a radio Mátire en el programa 'Para Contarla'.

"En San Ignacio, yo hago mis tallados con escoplo, formón y combo, y hasta con hacha. En cambio, ellos (los demás artistas) usan herramientas eléctricas, lo que acelera el trabajo", explicó Noe. Con el certificado de participación entregado por los organizadores, Noe destacó la necesidad de más capacitación: "Nos hace falta más capacitación para seguir en formación. Los mojeños tenemos la capacidad, pero debemos formarnos".

El artista agradeció a las personas que apoyaron su viaje a Santa Cruz y a los residentes ignacianos en esa ciudad por su constante apoyo durante su estadía. "Ahora lo que me queda es seguir adelante. El artista debe tener amor por su arte, así como paciencia", concluyó la conversación.