Con carteles, megáfonos, cacerolas vacías y petardos, miembros de las diferentes asociaciones que forman parte de la federación se movilizaron ayer en una marcha para alzar la voz en rechazo a la crisis económica que atraviesa el país y afecta a la población.

El ejecutivo de la Federación Departamental de Jubilados y Rentistas de Oruro, Thomas Calizaya Copa, señaló que quienes deberían ser los primeros en movilizarse en contra del incremento de la canasta familiar son el Comité Cívico y juntas vecinales.

Sin embargo, reprochó que al tener estas instancias “compromisos políticos” con las autoridades del Gobierno, no existe un sector que alce la voz en defensa de los derechos e intereses del pueblo.

Es en ese sentido que los jubilados y rentistas se organizaron para salir en movilización en contra del incremento de precios en la canasta familiar, esperando ser escuchados por el pueblo y que se sumen a esta demanda.

“Esta marcha es por una justa razón, porque la canasta familiar en forma nacional ha subido en más del 100%. Las situaciones económicas ya no alcanzan para subsistir, saben que el pan tiene la posibilidad de elevarse a un boliviano, entonces, todas esas cosas son un problema para todo el pueblo de Bolivia y como pueblo debemos levantarnos en una voz viva, que este Gobierno hambreador deje de gobernar, porque finalmente eso es lo que está perjudicando al país”, expresó.

Durante la movilización, también se reprochó la falta de combustible y la escasez del dólar, que son primordiales para la compra de medicamentos y que, precisamente por esta situación, están escaseando o tienen un precio elevado.

“Todos enfermamos en el país, pero ¿y qué va a ser el problema de los medicamentos? El factor económico no nos va a alcanzar ni para comprar una tableta. Eso es el problema de lo que tenemos que ver. Ahorita por lo menos está un poco medio estable, pero cuando haya escasez ya va a ser un problema”, dijo.

Finalmente, los jubilados y rentistas pidieron a las autoridades realizar los controles del agio y especulación en los productos de la canasta familiar, además de la renuncia del secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.